¿Se puede estar enamorado de dos personas?
Cuando una persona habla de amor de pareja, es común que su pensamiento vaya enfocado a una sola persona. Aquella que le gusta, con la que ha compartido algunas experiencias, con la que se complementa en muchos sentidos. Pero ¿qué tal si llegara otra persona a tu vida por la que de pronto empiezas a sentir algo más que una simple amistad?
No es fácil tener que decidir entre dos personas que significan mucho para ti. Puede suceder que con la pareja número uno hayas construido algo muy significativo para ambos: viajes, peleas constructivas, palabras cariñosas, promesas de un futuro, ponerte en sus zapatos sin juzgarlo, en fin, momentos y lecciones de mucho aprendizaje. Pero de pronto, todo eso puede terminarse para algo mejor.
Es normal que las parejas tiendan a prometerse muchas cosas para un futuro juntos, pero ¿y si el futuro no sale como lo planeaste? ¿Acaso no sería mejor vivir el presente y solo el presente, en lugar de hablar de algo que no se sabe si sucederá o no?
Algo que nos cuesta entender es que las parejas están compuestas de dos personas individuales, con sus propios deseos y anhelos de vida, tiempo para sí mismos y derecho a cambiar a lo largo del tiempo. Si tú dijiste que querías estar junto a esa persona por el resto de tu vida, y tiempo después, ese deseo ya no es tan fuerte, estás en todo tu derecho de cambiar de opinión, pero tu pareja también tiene el derecho de saberlo, y no debería haber cabida para el reclamo: ¿Por qué cambiaste? ¡Pero si tú me lo prometiste!
«La vida no te da lo que quieres, sino lo que necesitas» es la frase que puede ayudarnos a entender que de nada sirve aferrarse a algo que quieres mucho, pues sabes que si la vida te está conduciendo hacia otros caminos debe ser porque hay algo más ahí que te hará crecer y formarte como persona, a pesar de que creías que tu vida era perfecta tal y como estaba. Si tu brújula empieza a marcar en otra dirección, lo mejor será aceptarlo.
Existen muchas teorías acerca de cómo entender al ser humano, a todo lo que le rodea y a la vida en general: una de ellas es que las personas funcionamos a través de vibraciones, pues somos materia, energía, y la energía está siempre en movimiento. Las personas, a través de lo que sentimos y pensamos, estamos emitiendo vibraciones constantemente, que, si se asemejan a las vibraciones de otro, es decir, si ambas personas son compatibles, podrían querer quedarse juntos, ya sea como amigos, compañeros de trabajo o pareja.
Según esta teoría, cuando sentimos o pensamos, estamos atrayendo cosas y personas a nuestra vida y aquellas cuya vibración ya no se parece a la nuestra, van saliendo de nuestro camino, lo cual puede resultar muy doloroso la mayoría de las veces.
Así, puede suceder que la pareja número uno salga de tu vida por vibrar diferente que tú, es decir, por querer cosas diferentes en su vida o por pensar de otra manera, y que deje de interesarte por completo y la olvides. Pero también puede pasar que nunca dejes de amarla, pues la llegaste a conocer muy bien y lo que vivieron juntos puede quedar por siempre en tu interior. De pronto llega quien será tu pareja número dos, pero ¿podría decirse que ese segundo amor que llega a tu vida y ocupa el lugar del primero?
Es probable que este amor haya llegado a ti porque la energía de ambos era muy similar: los dos queriendo cosas parecidas de la vida, con un mismo tipo de pensamiento, entre otras cosas, por lo que, es probable que por ahora, él o ella deba estar a tu lado. Sin embargo, a la otra persona, si te supo complementar muy bien en su tiempo, uno nunca la deja de amar.