El actor mexicano Carlos Villagrán, quien interpretó el papel de ‘Quico’ en la popular serie humorística ‘El Chavo del 8’, ha revelado una curiosa anécdota en relación con una invitación que una vez le hizo el famoso narcotraficante Pablo Escobar, aprovechando la popularidad de su personaje.

Según recordó Villagrán esta semana en una entrevista para el canal argentino América TV, el hecho ocurrió mientras visitaba la capital colombiana, Bogotá, presentando uno de sus espectáculos cómicos. A su hotel llegaron tres personas que querían hablar con él, en un principio pensó que eran periodistas; Villagrán decidió recibirlos en su habitación porque, según dice, siempre fue «amigable con la gente» que lo admiraba. Luego del saludo, los desconocidos abrieron un portafolio y le mostraron una chequera al actor: «Mañana es el cumpleaños de la hija de mi patrón. Ponga usted la cantidad, hasta un millón de dólares», le dijeron.

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Villagrán confiesa que «no esperaba una cosa así» y que al oír la propuesta se le «heló el cuerpo». El actor supuso que se trataba de individuos asociados al exlíder del cártel de Medellín y no dudó en rechazar la invitación. Sin embargo, para evitar represalias se le ocurrió decirles a sus invitados que no podía porque estaba bajo una cláusula que le impedía participar en negocios ajenos a su contrato en ese país. «Me la respetaron [la decisión], cerraron la chequera, el portafolio, se despidieron muy bien de mí y se fueron».

Villagrán afirma que poco después de negarse sintió «mucho miedo» y solía ser trasladado por diferentes caminos al hotel y al circo donde se presentaba. Unos tres días después decidió dejar la ciudad porque tenía «un miedo tremendo». «Me van a barrer [matar] por haberme negado», pensaba.

El humorista regresó posteriormente a Colombia y esa vez no volvió a ser contactado ni tuvo problemas. Villagrán asegura que en otra ocasión, cuando ya no pertenecía al ‘Chavo del 8’, el elenco del programa también visitó el país sudamericano y ellos «sí trabajaron para Pablo Escobar». Carlos no sabe cuánto le pudieron ofrecer a Chespirito y su grupo si a él intentaron convencerlo con un millón de dólares. «Después me arrepentí», bromea.

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