Samsung Galaxy Z Flip4, análisis

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Samsung Galaxy Z Flip4, análisis: el plegable más atractivo de Samsung mejora su punto más débil y mantiene su esencia

Si no te cabe el móvil en el bolsillo, dóblalo. El Samsung Galaxy Z Flip4 es una evolución contenida de un Samsung Galaxy Z Flip3 que tenía tres puntos a resolver: cámara, temperatura y autonomía. Respetando el diseño y concepto de la generación pasada, el nuevo plegable de Samsung irrumpe con fuerza con un mejor procesador, una batería de mayor capacidad y la promesa de ser aún más resistente.

Hemos analizado en profundidad el Samsung Galaxy Z Flip4. ¿Ha mejorado los puntos pendientes? ¿Supone un avance destacable respecto a la generación anterior? Te contamos nuestra experiencia con este dispositivo peculiar, llamativo… y plegable.

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SAMSUNG GALAXY Z FLIP4
PANTALLA INTERIORDynamic AMOLED 2X Infinity Flex Display de 6,7 pulgadas Full HD+ (2640 x 1080 puntos) y 120 Hz
PANTALLA EXTERIORSuper AMOLED de 1,9 pulgadas (260 x 512 puntos) y 302 ppp
PROCESADORSnapdragon 8+ Gen 1
MEMORIA PRINCIPAL8 GB
ALMACENAMIENTO128, 256 o 512 GB UFS 3.1
CÁMARA FRONTAL10 megapíxeles f/2.4
CÁMARAS TRASERAS– Principal o gran angular: 12 megapíxeles f/2.4

– Ultra gran angular: 12 megapíxeles f/2.2

CONECTIVIDAD INALÁMBRICA5G SA y NSA, Sub6 / mmWave

LTE Enhanced 4X4 MIMO

SISTEMA OPERATIVO

Android 12 con One UI 3.2

RESISTENCIA IP

IPX8

BATERÍA

3700 mAh con carga rápida de 25W

SENSORES

Lector de huellas dactilares, acelerómetro, barómetro, giroscopio, sensor geomagnético, sensor de proximidad y sensor de luminosidad

DIMENSIONES

72,2 x 86,4 x 17,1 mm (plegado)

72,2 x 166 x 6,9 mm (desplegado)

PESO183 g
COLORESNegro, dorado, rosa y azul
PRECIODesde 1099 euros (8 GB / 128 GB)

La experiencia con el Samsung Galaxy Z Flip4

Al igual que en la pasada generación, empezamos este análisis de forma diferente. Más que ahondar en el propio diseño que, ya te adelantamos, es casi idéntico respecto al modelo anterior, vamos a contarte cuál es la experiencia de usar este teléfono plegable. El propio diseño de este terminal forma parte de la experiencia de uso, así que merece ser detallado en base a esta.

El móvil nos llega plegado en la caja (sin cargador, auriculares y sin ningún elemento adicional más allá del teléfono). Lo primero que hacemos es plegarlo, para que el Z Flip4 tome su forma más original. Exactamente igual que el año pasado, estamos ante un móvil que reduce su alto a la mitad cuando está plegado. Transportarlo en el bolsillo es genial, a pesar del grosor extra. Hablamos de 17,1 mm de grosor plegado frente a 6,9 mm. Es mucho más grueso que un teléfono normal, pero no mucho más que una cartera o un monedero.

Se ha de tener en cuenta que, cuando está plegado, hay cierta separación entre el panel en la zona de la bisagra. Recomendamos usar el móvil con funda o guardarlo en alguna bolsa para evitar que le entre polvo (le entra con asombrosa facilidad si lo guardamos en el bolsillo sin protección). Apostar por un plegable conlleva tener cuidados extra si queremos que el panel no sufra.

Cuando tenemos el móvil cerrado, la pantalla secundaria será el principal centro de control del teléfono. Podemos ver notificaciones, hacernos fotos con la cámara principal, controlar la reproducción multimedia y gestionar diversos widgets a través de la misma. La integración en el cuerpo del terminal es perfecta, hasta el punto de que no notamos que está ahí, tan solo cuando se enciende. Más adelante ahondaremos en sus funcionalidades, pero es bastante útil.

La bisagra, al menos en esta primera semana de uso, proporciona una impecable sensación de solidez. Según Samsung, esta bisagra ha mejorado respecto a la generación anterior. Los meses de uso serán los mejores jueces de su durabilidad pero, a priori, parece muy resistente y no tendremos miedo de abrir y cerrar el teléfono, al menos por esta parte.

Dicha solidez tiene una pequeña contrapartida, y es que son necesarias las dos manos para abrir este teléfono. Una gran mejora a futuro sería un botón que abriese el dispositivo de forma no muy brusca, para evitar esta problemática. No es mayor problema tener que usar las dos manos para abrirlo, pero no es la forma más cómoda de interactuar con un teléfono. A la hora de cerrarlo, sí podemos hacerlo con una mano sin problema, ya que no ofrece tanta resistencia.

Al abrir el dispositivo nos encontramos ante un terminal que se acerca más a un teléfono habitual, con la peculiaridad de su formato: 22:9. Es un móvil bastante alargado, algo incómodo a la hora de usarlo a una mano, ya que es bastante estrecho. Es más difícil de lo habitual llegar a la parte superior del panel pero, teniendo en cuenta que tiene 6,7 pulgadas, tampoco sería sencilla esta tarea en cualquier otro rival con un formato menos panorámico.

apostar por un plagable conlleva

Lo que sí molesta especialmente es la posición de los botones físicos. La posición natural de los mismos es justo la zona en la que se encuentra la bisagra, por lo que los han subido bastante. El lector de huellas está tan alto que he acabado por usar reconocimiento facial y el botón de volumen está, también, demasiado alto. Otra curiosidad es que, cuando cerramos el dispositivo, los botones pasan a estar a la inversa, por lo que es fácil confundir el botón de volumen con el de inicio.

En esta generación se han reducido los marcos de forma sensible, pasando de un 84.7% de aprovechamiento frontal a un 85.4%, según GSMarena. El cambio no se aprecia demasiado, pero bienvenido sea. Por último, comentar que los biseles laterales de aluminio son ahora algo más planos. No llegan a ser completamente afilados, como los de un iPhone, pero sí pierden la cierta curvatura del modelo anterior. Es un cambio meramente estético que no lo hace más incómodo.

Que guste más o menos el terminal es cuestión de gustos. Lo innegable es que la calidad de construcción es exquisita, que todos los elementos casan a la perfección (cristal, aluminio, pantalla oculta bajo un cristal de otro color) y que la botonera y la dificultad para abrir el teléfono a una mano son los únicos peros.

Pantalla: este móvil me arruga la nariz

Hablemos de la arruga, las pulgadas y la tecnología para luego. El pasado curso, comentaba mi compañera Amparo que el pliegue se notaba, pero que no le molestaba tras unas horas de uso. Aquí habrá diversas opiniones, y la mía es la de que sí molesta, algo que puede venir motivado por el tamaño de mi mano.

El Samsung Galaxy Z Flip4 es un móvil pensado para ser usado en vertical. El pliegue está justo en la mitad de la pantalla por lo que, al hacer scroll, es más que frecuente que nuestro dedo pase por la arruga. De hecho, el dedo pulgar me cae justo en la arruga.

pantalla este movil
Al ser un panel plástico, no es demasiado agradable notar una hendidura cada vez que hacemos scroll. La única forma de solucionar esta molestia es hacer scroll en la mitad inferior del panel, algo a lo que me he obligado. No es un drama, ya que no es más que hacer scroll unos milímetros por debajo de lo que suelo hacer pero, de vez en cuando, topo con la arruga. Y no me hace demasiada gracia.

Salvando este punto, el tacto del panel no es distinto al de un panel de cristal al uso. La sensación es sólida, a nivel visual la arruga no molesta en absoluto (el teléfono lo usamos de frente, no inclinado, y no se ve nunca) y la experiencia es buena, con la salvedad de la hendidura. Pese a que la sensación sea la de un panel normal, conviene tener un extra de precaución con este panel. Viene con un protector de pantalla que no debemos quitar para mantener la garantía y que cuenta con la principal pega de atraer las huellas y suciedad más que un cristal al descubierto.
Pese a ser un panel distinto, no hemos notado demasiada diferencia entre este panel y el de un gama alta estándar. Es una pantalla de calidad en todos los sentidos

A nivel técnico estamos, de nuevo, ante un panel de 6,7 pulgadas con resolución Full HD+, tecnología AMOLED LTPO, densidad de 426ppp y una tasa de refresco adaptativa de 1 a 120 Hz. La calidad del panel no se aleja demasiado de la de un gama alta, con un buen brillo máximo a plena luz. Los ángulos de visión son mejorables (aunque mejor no inclinarlo mucho si no queremos ver la arruga constantemente) y la calibración por defecto es demasiado vívida. En el modo estándar tendremos un perfil de color más fiel a la realidad.

Me ha gustado especialmente el buen comportamiento del brillo automático, ya que baja al mínimo en entornos completamente oscuros y a pleno sol alcanza un nivel más que suficiente. No hay apenas reflejos en la arruga por lo que, al menos de frente, la experiencia no dista demasiado respecto a un S22.

La pantalla externa: una pequeña gran función

Este plegable tiene dos pantallas, y es que cuando está cerrado nos topamos con un pequeño panel de 1,9 pulgadas, el mismo que vimos en la generación anterior. Sigue siendo más pequeño de lo que me gustaría, ya que apenas visualizamos dos líneas de notificación en la vista previa. Si pulsamos sobre la propia notificación, sí que podemos acceder a la conversación. No obstante, es suficiente para lo más básico y se activa de forma sencilla, mediante un doble toque.

Estas notificaciones se pueden eliminar, pero no responder directamente desde la pantalla secundaria. Si queremos responder, nos indicará que tenemos que abrir el teléfono. En este caso, cuando abramos el teléfono, se abrirá directamente a la app en la que queremos responder.

Hay interesantes widgets de calendario, grabadora de voz, alarmas, contactos rápidos, etc. Tenemos también nuevos estilos para personalizarla con distintos recursos gráficos. El fondo siempre será negro, para que el ahorro energético sea el máximo posible.

También podemos usar esta pantalla secundaria como espejo para hacernos fotografías, o como vista previa en los vídeos que grabemos con la cámara principal. Esto nos permite evitar el uso de la cámara selfie, aunque el precio a pagar es que esta pequeña pantalla no nos muestra todo el contenido que se está grabando, sino una pequeña parte con recorte.

Sonido: una buena orquesta estéreo

El sonido era uno de los aspectos a mejorar la pasada generación. Volvemos a encontrarnos con un doble altavoz estéreo en el que el principal protagonismo lo tiene el altavoz inferior. No obstante, si lo tapamos, el sonido no parece diluirse tanto como en la generación anterior. Este segundo altavoz ayuda a dar un extra de profundidad, que se disfruta especialmente consumiendo vídeo y juegos con el móvil frente a nosotros.

sonido una buena orquesta estereo

A nivel de ajustes encontramos compatibilidad con Dolby Atmos automático, y con un sencillo ecualizador que nos permite escoger entre distintos modos predeterminados (Rock, Pop, Jazz, etc.) o personalizar a nuestro gusto las frecuencias.

Rendimiento: mucho músculo, mucho calor

Samsung lleva tiempo alejando a sus plegables de los procesadores Exynos, apostando por las últimas generaciones de Qualcomm. Este Z Flip4 cuenta con el nuevo Qualcomm Snapdragon 8+ Gen 1, acompañado en el caso de nuestra unidad por 8 GB de RAM y 128 GB de memoria interna. Con esta combinación, el teléfono vuela en uso cotidiano, sin rastro de lag, cierres o extraños de ningún tipo.

rendimiento 1

No obstante, al igual que en la generación pasada, tenemos ciertos problemas con la disipación del calor. Este es un móvil muy delgado (no llega a 7mm desplegado) y, a pesar de ser largo, no tiene tanta superficie sobre la que repartir el calor. El resultado es que, incluso con este procesador tan eficiente, el calor extra lo hace sufrir de estrangulamiento del procesador (throttling) de forma bastante severa.

No hace falta jugar a las entregas más exigentes. Basta un rato de transferencia de archivos, grabar vídeo o hacer unas cuantas fotografías para que el móvil se caliente bastante por su parte superior. En un uso ligero no tendremos menor problema, pero si queremos exigirle, debemos tener en cuenta que subirán los grados con facilidad.

En las pruebas de rendimiento sostenido se aprecia caída importante tras unos minutos de uso. Un buen ejemplo es el test de estrés de 3D Mark: Wild Life Stress Unlimited. En esta prueba, el Snapdragon 8+ Gen 1 ha logrado una estabilidad cercana al 90% en algunos de sus rivales. En el caso del Galaxy Z Flip4, la estabilidad es del 33%, lo cual indica que el rendimiento cae casi en un 70%, la cifra más alta que hemos visto este año en gama alta.

Biometría – Samsung Galaxy Z Flip4

biometria

La configuración biométrica sigue siendo la misma del pasado curso. Tenemos un lector de huellas bastante alto, por lo que nos costará llegar posar el dedo sobre el mismo, incluso teniendo una mano generosa. Es preciso y rápido (aunque no el más preciso y rápido de los físicos laterales), pero conviene ayudarse del reconocimiento facial.

En buenas condiciones de luz este funciona de forma impecable. El teléfono se desbloquea de inmediato y es la mejor alternativa al lector. El principal inconveniente es que, en cuanto cae la luz, deja de funcionar. Es prácticamente imposible usar el reconocimiento facial si cae la noche.

Autonomía: por fin llegamos al final del día

La batería del Samsung Galaxy Z Flip4 ha crecido desde los 3.300mAh hasta los 3.700mAh. La generación pasada sufrimos más de la cuenta, con días de poco más de 3 horas de pantalla y teniendo que desactivar incluso los 120Hz para llegar al final del día. En esta generación hemos ganado sobre una hora de pantalla, buen dato respecto al Flip3, no tan bueno respecto a las autonomías que acostumbramos a ver en la gama alta.

Si usamos bastante WiFi y brillo bajo, es posible llegar a las 6 horas de pantalla con algo de suerte. En cuanto activemos algo de 4G, juguemos un mínimo o usemos alguna app exigente, el consumo real queda entre 4,30 y 5 horas. Una autonomía algo justa para llegar al final del día, aunque muy alejada de las 3 horas de la generación anterior.

Bateria – Samsung Galaxy Z Flip4

En el caso de que queramos arañar unos minutos de pantalla adicionales, hay una opción algo oculta que puede ayudarnos. Dentro de ‘Mantenimiento y batería’, ‘Batería’, y ‘Más ajustes de batería’, encontramos los perfiles de rendimiento. Por defecto viene en estándar, pero hay un perfil ligero. Este perfil ligero prioriza la duración de la batería y la eficiencia de enfriamiento a la velocidad, y se desactiva automáticamente cuando abrimos un juego.
Samsung permite desactivar la carga rápida y limitar los ciclos al 85% para proteger al máximo la vida útil de la batería

Tenemos en este submenú opciones interesantes para cuidar la batería, como desactivar la carga rápida o limitar la carga al 85% para proteger la vida útil de la batería. Recomendamos configurar bien este menú si nos preocupa la autonomía presente y futura.

La carga rápida es de tan solo 25W, sin cargador en la caja. En media hora tenemos sobre un 50% de la batería cargada y, en aproximadamente hora y media, la batería cargada al completo. El dispositivo es compatible con carga inalámbrica, como no podía ser de otro modo.

Software: el sistema de los 90 grados

El año pasado nos quejamos acerca del software del Samsung Galaxy Z Flip. El principal motivo era que este no aprovechaba demasiado el formato, y este año tenemos algo similar, aunque con ciertas mejoras. El Samsung Galaxy Z Flip4 no es un móvil pensado para la máxima productividad, como sí lo es el Fold4.
El modo Flex (usar el móvil a 90) es el punto diferencial de este Samsung Galaxy Z Flip4

El punto diferencial de su software viene en el uso del dispositivo a 90 grados. Podemos usarlo en modo Flex (abierto a 90º) para apoyarlo en alguna superficie. La idea de Samsung es poder tenerlo apoyado en videollamadas, grabación de vídeos cortos para redes sociales, o incluso reproducción de vídeos.

Reproducir vídeos en apenas 3 pulgadas no es lo más cómodo del mundo.

Esta generación no hemos notado que haya más apps populares de terceros compatibles con este formato pero, si alguna no lo es, podemos forzarla. Basta con abrir cualquier app, poner el móvil en modo Flex y podremos hacer que esta funcione con la pantalla dividida. Los primeros días sí he probado más esta función, pero acaba siendo más una anécdota que una característica que realmente aporte valor.

Más allá del modo Flex, el Samsung Galaxy Z Flip4 es un Samsung de gama alta, con Android 12 y One UI 4.1.1. Hay algunas apps de terceros preinstaladas, tanto de Samsung como del paquete de Microsoft (Office, OneDrive, LinkedIn y Outlook). Buena parte de ellas se pueden desinstalar, así que no supone mayor problema.

One UI es una capa cargada de opciones, como su tienda propia de apps, Samsung Pay, multiventana y un motor propio de temas. Sin novedades de calado, sigue siendo una capa que enamorará a los entusiastas del software cargado de opciones, y que no terminará de conquistar a los amantes de los sistemas limpios.

Cámaras: pidiendo una tercera lente a gritos

Ha habido una pequeña evolución fotográfica respecto al modelo del año pasado. Seguimos teniendo doble cámara de 12 megapíxeles (angular y ultra gran angular), pero Samsung promete que el sensor es ahora un 65% más brillante. Pero antes de hablar de resultados, toca darle un breve repaso a la app de cámara.

Lo único que diferencia al Z Flip4 de un Samsung Galaxy S es el icono de la esquina superior izquierda en la interfaz principal. Este activa la vista previa en la pantalla trasera, para que podamos hacer fotos y vídeos con la cámara principal mientras nos miramos en el pequeño panel secundario.

Por lo demás, tenemos el clásico carrusel de One UI, seguimiento de sujeto en vídeo, escaneo de códigos QR por defecto y ausencia de Google Lens integrado en la app de cámara. Hemos notado que es algo lento disparando (sobre todo cuando la luz no acompaña), aunque no hay retardo ni lag moviéndonos entre los ajustes de la aplicación.

En luz diurna el Samsung Galaxy Z Flip 4 es más que suficiente para un usuario medio. Rescata sombras en situaciones de alto rango dinámico, mantiene a raya las altas luces y no es tan exagerado saturando el color del cielo como vimos en la familia S22.

No obstante, los resultados se alejan de sus hermanos. El detalle es bastante justo pero, sobre todo, es artificial. El procesado de este Samsung es muy agresivo, y las fotografías lucen poco naturales en términos generales.

Al acercarnos a la imagen en las esquinas, observamos cierta distorsión en los bordes de los objetos. Es un mal del que adolecían los S21 en sus primeras versiones de software (posteriormente se fue solucionando), por lo que esperamos que con las distintas actualizaciones los resultados mejoren.

Como solemos indicar, esta problemática tan solo la encontraremos ampliando al máximo. Si no analizamos al milímetro la fotografía, es más que probable que nos encontremos cómodos con los resultados diurnos de la cámara principal de este teléfono. La cámara, en términos generales, es solvente, pero echamos en falta la ambición que hemos visto en otros Galaxy de más de 1.000 euros.

Ultra gran angular – Samsung Galaxy Z Flip4

ultra gran angular

El ultra gran angular se comporta, como es habitual, de forma más humilde. Aunque los resultados no caen tanto como esperábamos El control de las altas luces es bueno, aunque sí que le cuesta rescatar sombras en las zonas más oscuras. El procesado es prácticamente idéntico respecto a la cámara principal, aunque tenemos menos detalle con cierta pérdida sobre todo en las esquinas, donde distorsiona bastante este angular.

Pese a no ser el mejor ultra gran angular de la gama alta, no le pedimos demasiado trabajo adicional a esta cámara, al menos en condiciones en las que la luz acompaña. Es un gran complemento de la cámara principal.

Modo retrato

El recorte en modo retrato está más que controlado, y es prácticamente perfecto. Aquí sí hemos heredado el mapa de profundidad de los Galaxy S22, encontrándonos ante uno de los mejores retratos de la actualidad. La única pega es la sobresaturación que tenemos en fotografía a personas, algo que no podemos evitar aunque desactivemos todos los ajustes de IA. En esta imagen, el verde está saturado al extremo, y la piel se tiñe de naranja.

Aunque desactivemos el modo noche automático, para obtener más luz, el Samsung Galaxy Z Flip4 disparará más lento. Esto acaba haciendo que no haya demasiadas diferencias entre la fotografía con y sin este modo. Los resultados nocturnos son buenos y, si desactivamos el modo noche, yendo al milímetro notaremos que el detalle es algo más natural y agradable. El modo noche crea cierto sharpening para reforzar las texturas de los bordes.

Incluso con tan solo algo de luz difusa es capaz de rescatar cierta textura en elementos como el suelo. En definitiva, un buen apartado nocturno que demuestra cierto músculo y no deja al Z Flip4 por debajo de lo que se espera en este rango de precio. De hecho, en contexto con sus rivales, el desempeño nocturno brilla incluso más que el diurno, en el que sí está un pequeño paso por detrás.

Selfie – Samsung Galaxy Z Flip4

selfie

La cámara frontal del Samsung Galaxy Z Flip4 es bastante buena. El detalle es rico, el procesado es más blando respecto a la cámara trasera y nos ofrece fotografías naturales.

El teléfono, como indicamos anteriormente, permite hacer selfies con la cámara principal viéndonos en la pequeña pantalla. Curiosamente, prefiero los selfies de la cámara frontal, ya que el procesado de imagen es mucho más artificial con la cámara principal (no hay más que ver la diferencia en saturación y exposición entre una foto y otra).

Vídeo – Samsung Galaxy Z Flip4

La grabación de vídeo brilla por el trabajo en estabilización. Grabemos en Full HD+ o en 4K 60 FPS, las tomas tienen poca trepidación. A nivel de detalle la cosa cambia. No es un vídeo demasiado limpio, con un HDR algo agresivo y bastantes artefactos. Decir que, en la pantalla del teléfono, se ven bastante espectaculares los vídeos (algo que nos ayudará a que, de cara a subirlos a redes sociales, no haya mayor problema), aunque al analizarlos en PC es más fácil buscarles las cosquillas.

Samsung quiere un futuro plegable. Sigue apostando por refinar una apuesta en la que cree fervientemente y el Z Flip4 sigue siendo la puerta de entrada a un móvil plegable sin que el presupuesto se dispare. Analizando estrictamente la evolución respecto al modelo anterior, el salto no supone un gran impacto. Tenemos un móvil más refinado a nivel de diseño, con una autonomía un poco mejor y con un procesador más moderno.

Seguimos echando en falta mayor integración de apps de terceros con el modo Flex. Aquí modelos como el Z Fold4 cobran más sentido si hablamos de multitarea real. Más allá de la curiosidad de hacernos selfies con la cámara principal y grabarnos vídeos con el móvil apoyado, el uso del teléfono a 90 grados no soluciona demasiados problemas.

El Samsung Galaxy Z Flip4 sigue siendo una apuesta que sorprende. Es un formato que tiene especial sentido si queremos un móvil con panel grande pero que no ocupe demasiado al transportarlo

Como usuario que no había probado un plegable hasta ahora, debo admitir que es un móvil que sorprende. A día de hoy son muchos usuarios lo que no han probado este tipo de teléfonos, y no ha habido persona en mi círculo cercano a la que no le haya llamado la atención el terminal. Es cómodo, es ligero y el concepto tiene sentido: un móvil de 6,7 pulgadas en formato «de bolsillo».

Choca, no obstante, que no se haya resuelto ninguno de los tres puntos débiles que criticamos el año pasado. La autonomía sigue siendo muy justa: hemos ganado como una hora de pantalla, pero esta no es suficiente para llegar al final del día con uso intenso.

El propio diseño del terminal hace que el ejercicio de disipación térmica no sea tarea sencilla. Sigue calentándose con gran facilidad, y este aumento de temperatura no se distribuye por la placa de forma uniforme (algo que, a priori, plantea dudas sobre el envejecimiento de algunos componentes clave cercanos al procesador). Y, por último, sigue sin haber ambición fotográfica. El Flip4 es el plegable más económico, pero aún así es un móvil caro y aspiracional que bien merece hacer unas mejores fotos.

                            8.7/10

Diseño               9,5
Pantalla             9
Rendimiento    9,25
Cámara             8
Software           9
Autonomía       7,5

A favor

  • El diseño de la bisagra parece aún más resistente.
  • La relación calidad-precio es más que aceptable.
  • En términos generales, es un móvil equilibrado.

En contra

  • Seguimos con una autonomía muy justa.
  • El calentamiento es el mismo o incluso superior al del año pasado.
  • Las cámaras mejoran ligeramente, pero siguen por detrás de la gama más alta.