Rusia podría empezar en 2023 la producción de una nueva bomba guiada para sus cazas furtivos

Las entregas a la Fuerza Aérea rusa de las avanzadas bombas planeadoras PBK-500U Drel podrían comenzar en 2023, según TASS.

La novedosa munición, invisible para los radares enemigos y que incorpora quince submuniciones autoguiadas equipadas cada una con un paracaídas, formará parte del kit de armas del cazabombardero de quinta generación Su-57.

«Si terminamos las pruebas [estatales] el próximo año, a partir de 2023 podremos fabricarlas en serie», indicó Ígor Nasenkov, director del consorcio estatal Tejnodinámika, el desarrollador de estas municiones.

La bomba aérea Drel tiene un alcance de planificación asistida por un acelerador a chorro de hasta 30 kilómetros, en función de la altura del lanzamiento, característica que permite lanzar las municiones sin ingresar a la zona de defensa aérea del enemigo. Esta munición de alta precisión aprovecha las ventajas del sistema ruso de posicionamiento global GLONASS, así como de un sistema de guiado inercial, sensores infrarrojos y de radar.

Las 15 submuniciones de la bomba se separan de su portador en el tramo final de la trayectoria y descienden en paracaídas, apuntando a los objetivos del impacto mediante sensores de radar e infrarrojos. Su objetivo principal son tanques, vehículos blindados, puestos de mando y comunicaciones, así como lanzadores de misiles y artillería.

Otra ventaja de la nueva bomba es la llamada ‘insensibilidad’ de la munición a medios de guerra electrónica e invisibilidad a los radares enemigos.