«Rusia no es el enemigo»: Tras el fracaso en Afganistán, el presidente checo insta a la OTAN a centrarse en el terrorismo y no en Moscú

El enemigo de la OTAN no es Rusia sino el terrorismo internacional, sostuvo el presidente checo Milos Zeman al hablar sobre el fracaso del bloque militar liderado por EE.UU. en su intento de derrotar a la insurgencia en Afganistán.

En declaraciones al periódico checo Parlamentní Listy, hizo así eco a lo afirmado por el presidente francés Emmanuel Macron en noviembre pasado, cuando llamó a los líderes de la OTAN a quitar el foco de Rusia y China y manifestar que es el terrorismo el enemigo común para todas las naciones.

«Comparto la opinión del presidente Macron, quien dijo en la cumbre de la OTAN en Londres que Rusia no es un enemigo, que el enemigo es el terrorismo internacional«, subrayó el mandatario de la República Checa, país miembro de la OTAN.

Zeman condenó a la Alianza Noratlántica por fracasar «dramáticamente» en Afganistán, aunque se manifestó a favor de la guerra contra el terrorismo islámico. Aseguró además haberle dicho, tanto al expresidente estadounidense Donald Trump como al actual, Joe Biden, que retirar las tropas de Afganistán era «cobardía«. Ahora, dijo, la existencia misma del bloque se encuentra en tela de juicio.

«En mi opinión, al abandonar Afganistán, los estadounidenses han perdido su prestigio de líder mundial, y la propia OTAN está planteando ahora dudas sobre la legitimidad de su existencia«.

Zeman dijo estar seguro de que los talibanes crearán un centro terrorista en su país, con lo cual se potenciarán los ataques de esa índole en todo el mundo.

El presidente recalcó que cuando la República Checa aumenta sus gastos en defensa, algo que la OTAN exige a los países miembros, Praga espera que el bloque cumpla con su misión de protegerla del terrorismo internacional.

«Si la OTAN ha fracasado en este aspecto, eso debería conducir a un replanteamiento de nuestro gasto en defensa y a un mayor énfasis en la defensa nacional«, concluyó.

Este 15 de agosto, los insurgentes talibanes se hicieron con el control de todo el territorio de Afganistán y dieron por finalizada su ofensiva, mientras el presidente Ashraf Ghani renunciaba a su cargo y abandonaba el país. Se estima que una «enorme» cantidad de armas estadounidenses, valoradas en miles de millones de dólares, cayeron en manos del Talibán.

Los avances de la insurgencia en las últimas semanas siguieron a la retirada definitiva del contingente internacional liderado por EE.UU., iniciada en abril.

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* El movimiento talibán, designado como «organización terrorista» por el Consejo de Seguridad de la ONU, está declarado como grupo terrorista y prohibido en Rusia.