Después de apenas cuatro etapas en el Tour de Francia, el equilibrio de fuerzas ha quedado claro: Primoz Roglic y sus compañeros del equipo Jumbo-Visma son los rivales a vencer.

Roglic, el actual campeón de la Vuelta a España, aprovechó el primer ascenso final de esta ronda gala en la estación de esquí Orcieres-Merlette para despejar las dudas sobre su condición física.

Empujado por una notable actuación colectiva de sus compañeros, el ex saltador de esquí de Eslovenia emergió victorioso en el embalaje para conseguir su tercera victoria de etapa en la carrera de tres semanas.

El francés Julian Alaphilippe supo gestionar los ataques postreros en el trayecto y retuvo la casaca amarilla de líder general al cruzar la meta quinta, justo detrás del colombiano Nairo Quintana.

“Ha sido una jornada muy rápida, ha sido muy difícil, pero todos han hecho un estupendo trabajo”, dijo Roglic, dándole las gracias a sus compañeros de equipo en el ascenso final. “Estuve siempre en una buena posición para poder ejecutar el sprint”.

Los 7,1 kilómetros del ascenso final fueron en la estación de esquí que es recordada por ser el sitio donde el español Luis Ocaña derrotó al cinco veces campeón Eddy Merckx en 1971.

Roglic completó la distancia de 160,5 kilómetros (100 millas) con un tiempo de 4 horas, 7 minutos y 47 segundos.

Con una estrategia empleada en años previos por el equipo Ineos Grenadiers del campeón reinante Egan Bernal, los escuderos de Roglic, Wout van Aert y Sepp Kuss apuraron el paso en los últimos siete kilómetros para sofocar los ataques de Alaphilippe, Thibaut Pinot, Quintana o Bernal.

“Estuvo pesado perseguir al tren de Jumbo-Visma”, dijo Alaphilippe.

No fue hasta el último ascenso cuando Roglic pudo sacudirse de sus principales rivales, prevaleciendo frente al sprint lanzado por el francés Guillaume Martin cuando faltaban 500 metros. Roglic alcanzó una velocidad tope de 52 kph (32 mph) al cruzar la meta.

Con su victoria, Roglic despejó todas las dudas sobre su nivel tras retirarse de la Critérium du Dauphiné a inicios del mes pasado por las lesiones sufridas en una caída.

“He vuelto”, dijo Roglic. “Ya pueden ver que puedo competir y cada día que pasa me siento mejor. Da gusto poder volver a competir. Ya tenía la seguridad de que podía iniciar la carrera. Ahora necesitamos que todo el equipo mantenga este buen trabajo”.

En el sprint hacia la meta, Roglic superó a su compatriota Tadej Pogacar y a Martin.

Alaphilippe sigue al frente de la clasificación general. La carta local aventaja por cuatro segundos al británico Adam Yates.

Cuatro colombianos se ubican dentro de los 10 primeros, con Bernal como el más sobresaliente. El campeón vigente se ubica sexto, 17 segundos detrás de Alaphilippe. Esteban Chaves, Quintana y Miguel Ángel López se encolumnan del octavo al décimo sitio.

Bernal puso buena cara al resultado tras el primer envite de montaña.

“Fue una etapa muy bonita con un final muy explosivo y bueno”, dijo Bernal. “La verdad es que estoy contento de no haber perdido tiempo con los favoritos y llegar ahí con ellos”.

“Nuestro objetivo es llegar a la tercera semana sin perder mucho tiempo para lugar ganar terreno en los ascensos más fuertes”, añadió. “Se trata de llegar lo más frescos posible para la última semana”.