Robert Crimo, presunto tirador del desfile en Highland Park, había amenazado en 2019 con «matar a todos»

Robert ‘Bobby’ Crimo III, el joven de 21 años acusado de abrir fuego contra la multitud que se congregó en la ciudad estadounidense de Highland Park durante el desfile del Día de la Independencia, había amenazado de muerte a otras personas tres años antes del sangriento tiroteo que se cobró el lunes la vida de siete personas.

Según detalló en rueda de prensa el subjefe de Policía del Condado de Lake, Christopher Covelli, en 2019 Crimo protagonizó dos incidentes que requirieron la intervención de la Policía.

En abril de 2019, los agentes recibieron avisos de que el joven había intentado suicidarse una semana antes. Aunque la Policía acudió a la casa de Crimo para hablar con sus padres, el caso pasó a los profesionales médicos al tratarse de «un asunto de salud mental».

En otra ocasión, en septiembre de 2019, un familiar de Crimo comunicó a la Policía que el joven había amenazado con «matar a todos» y que tenía una colección de cuchillos. Los agentes que respondieron a la llamada incautaron 16 cuchillos, una daga y una espada. Sin embargo, el joven no fue detenido ya que no se presentó una denuncia.

Más allá de estas declaraciones amenazantes, las informaciones obtenidas por la Policía muestran que el atacante logró comprar legalmente el rifle que utilizó durante el tiroteo de Highland Park.

La secuencia de acontecimientos

El comportamiento del agresor sugiere que el ataque de este lunes fue «planeado de antemano durante varias semanas», declaró Covelli. Durante el desfile, el joven se coló en el techo de un edificio y disparó más de 70 veces contra la multitud con un rifle de alta potencia.

Tras efectuar los disparos, Crimo bajó del techo, dejó el arma y logró mezclarse con la gente. Para no revelar su identidad y ocultar los tatuajes que tiene en la cara, Crimo se disfrazó de mujer, lo que le permitió escapar de la escena del crimen con más facilidad.

El joven huyó a la casa de su madre, donde tomó su coche, cuya marca y matrícula fueron difundidas por la Policía. El vehículo fue localizado por un residente local que avisó a los agentes, que detuvieron a Crimo en su coche tras una breve persecución. Dentro del auto, los agentes encontraron un segundo rifle, también adquirido por el agresor.

Este martes, Crimo fue acusado de siete cargos de asesinato en primer grado, si bien se espera que se presenten otros más para cada uno de los individuos que resultaron heridos en el ataque, informa CBS. Dada la gravedad de la acusación, el agresor podría ser condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad provisional.