‘Ríos de medicamentos’: detectan niveles «preocupantes» de contaminación por fármacos en casi la mitad de las aguas fluviales del mundo

Casi la mitad de todos los ríos del mundo están contaminados con todo tipo de medicamentos, desde antibióticos, antidepresivos y analgésicos hasta anticonceptivos orales, antihistamínicos y tranquilizantes, según un grupo de investigadores de la Universidad de York, en Reino Unido.

La nueva investigación, que pasa por ser el primer estudio sobre polución medioambiental por las sustancias medicinales realizado a escala verdaderamente mundial, analizó 258 ríos en 104 países, a base de las muestras recogidas en 1.052 lugares diferentes para medir la presencia de 61 productos farmacéuticos (carbamazepina, metformina, cafeína y otros) en ellas.

Los científicos descubrieron que un 43,5 % de las aguas fluviales de todo el mundo presentan cantidades «preocupantes» de principios activos farmacéuticos (API, por sus siglas en inglés). Los niveles registrados de este tipo de químicos son potencialmente tóxicos para los humanos, peces y otros animales silvestres.

El estudio advierte que la concentración de los API pone en peligro los ecosistemas locales y pone como ejemplo los medicamentos dirigidos a las hormonas, que han inducido alteraciones de sexo en animales marinos.

También se ha demostrado que los antidepresivos afectan al comportamiento de los peces, lo que podría perturbar la cadena alimentaria al hacerlos más propensos a los depredadores. Por otra parte, los científicos temen que la presencia de compuestos antimicrobianos en el medio ambiente esté contribuyendo a la creación de bacterias resistentes a los medicamentos.

Asimismo, se ha descubierto que existe una fuerte correlación entre la situación socioeconómica de un país y la mayor contaminación de productos farmacéuticos en sus ríos, reza un comunicado publicado en febrero. Los altos niveles de contaminación farmacéutica también se asocian con las regiones de edad media elevada, así como con las altas tasas de desempleo y la pobreza locales.

Entre las actividades que más contribuyen a la «preocupante» contaminación farmacéutica, destacan el vertido de basuras y de contenido de fosas sépticas en los ríos, las infraestructuras inadecuadas de aguas residuales y la fabricación de productos farmacéuticos.