Revelan que los restos del último barco conocido que transportó esclavos a EE.UU. están casi intactos y podrían contener ADN humano
El equipo de científicos que estudia los restos del Clotilda, el último barco que transportó esclavos de África a EE.UU., realizó un sorprendente descubrimiento: la mayor parte de esta goleta de madera permanece intacta, incluido un corral que se utilizó para aprisionar a los cautivos durante el viaje a través del Atlántico.
Aunque la parte superior de esta nave de dos mástiles desapareció, la sección bajo su cubierta, donde se hallaban los capturados y las reservas, sigue en gran parte intacta después de haber permanecido enterrada en un tramo de río en el estado de Alabama desde que fue hundida en el siglo XIX, contó a AP James Delgado, arqueólogo marítimo de la empresa SEARCH Inc.
El investigador detalló que se conservan al menos dos tercios de la embarcación, y la existencia de un corral cerrado sin luz ni ventilación, construido durante el viaje para retener a los esclavos bajo la cubierta principal durante semanas, plantea la posibilidad de que queden dentro del casco recipientes de comida y agua, cadenas e incluso ADN humano.
«Es una revelación impresionante«, destacó Delgado, agregando que el hallazgo aumenta el valor de investigación de los restos del Clotilda. «Es el pecio [de un barco de esclavos] más intacto jamás descubierto», dijo. «Todavía está ahí porque está asentado en el delta del Mobile-Tensaw, en agua dulce y en el barro que lo protegió», agregó.
¿Qué se sabe del Clotilda?
Con casi 27 metros de eslora, el Clotilda fue el último barco conocido que transportó cautivos africanos hasta el sur del país norteamericano para ser esclavizados. En 1860, la embarcación partió de la ciudad de Mobile, en Alabama, para realizar un viaje ilegal de compra de personas décadas después de que el Congreso estadounidense prohibiera en 1808 esta práctica.
La goleta cruzó el Atlántico en una travesía financiada por el propietario de una plantación, Timothy Meahe, cuyos descendientes siguen siendo prominentes en la localidad. Tras sacar a su carga humana a su llegada a Alabama, el capitán del barco prendió fuego a la nave para ocultar las pruebas del viaje. Sin embargo, la mayor parte de la embarcación no se quemó y permaneció en el río.
Los restos, que aparecen en las cartas de navegación de la zona desde la década de 1950, fueron identificados públicamente como los del Clotilda en 2019 y desde entonces han sido explorados, detalló Delgado. El arqueólogo señaló que el estado de Alabama ha destinado un millón de dólares para su preservación e investigación, y los trabajos adicionales previstos en el sitio para principios del 2022 podrían revelar lo que hay dentro de su casco.
«Por lo general, el levantamiento es una propuesta muy costosa. Mi sensación es que, aunque haya sobrevivido, es más frágil de lo que se cree», apuntó. «Una recuperación podría ser una operación muy delicada y también un proceso muy caro y largo», añadió.
«Va a ser una sorpresa para todos nosotros»
Por su parte, Joycelyn Davis, descendientes del cautivo africano Charlie Lewis y vicepresidenta de la Asociación de Descendientes del Clotilda, subrayó que la historia de lo que ocurrió hace más de 160 años se cuenta mejor a través de las personas que estuvieron implicadas que a través de un barco hundido. Sin embargo, confesó que está emocionada por saber más sobre los nuevos descubrimientos y añadió: «Creo que va a ser una sorpresa para todos nosotros».
Liberados después de que el Sur perdiera la Guerra Civil de EE.UU. (1861-1865), algunos de los africanos esclavizados que fueron transportados en el Clotilda se asentaron en una comunidad que fundaron a pocos kilómetros al norte de Mobile bajo el nombre de Africatown USA.
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