La Policía de la ciudad canadiense de Edmonton (Alberta) hizo uso por primera vez en su historia del fenotipado de ADN para identificar al presunto responsable de una agresión sexual a una mujer, hecho ocurrido en 2019, informó la entidad esta semana.

Tras una larga investigación que no permitió dar con testigos ni grabaciones de cámaras de seguridad, coincidencias de ADN o alguna otra pista concreta, las autoridades acudieron como «último recurso» a Parabon NanoLabs, una empresa estadounidense que ofrece servicios de fenotipado de ADN para organizaciones policiales y utiliza tecnología avanzada en la materia.

Con base en material genético del caso, Parabon creó un boceto digital que de manera aproximada muestra el aspecto físico y ascendencia biogeográfica del sospechoso, con lo cual se pretende reducir el patrón de búsqueda y generar nuevas pistas.

Así, luego de combinar predicciones individuales para muy diversos aspectos (color de ojos, cabello, piel, forma de la cara, etc.), el análisis arrojó que podría tratarse de un «hombre negro de ascendencia completamente africana, con cabello entre castaño oscuro y negro, y ojos castaños oscuros», afirmó la Policía.

No es una «réplica exacta»

Respecto a este resultado, las autoridades recalcan que se trata de una aproximación científica a la apariencia del presunto implicado y no una «réplica exacta». «Factores ambientales como fumar, beber, la dieta, y otros no ambientales (vello facial, peinado, cicatrices, etc.), no se pueden predecir mediante un análisis de ADN y pueden causar una variación mayor entre la apariencia real y la prevista para el sujeto», aseguran.

Fue encontrada con 20 puñaladas y un cuchillo en el pecho, pero su muerte fue declarada como ‘suicidio’

El detective Colleen Maynes, de la sección de agresiones sexuales de la Policía de Edmonton, explicó que acudieron al fenotipado de ADN después de haber agotado todas las demás vías de investigación. Advirtió además que solo se espera obtener pistas cruciales para este caso sin resolver, y que «de ninguna manera es un camino inmediato para acusar a un sospechoso».

En este sentido, la Policía es consciente del impacto negativo que puede tener para la comunidad afrodescendiente la publicación de la imagen, pero al mismo tiempo considera urgente avanzar en la investigación, debido a la gravedad del incidente y a la «necesidad de abogar en favor de una víctima de agresión sexual violenta y en consideración del interés de la seguridad pública».

El caso

Los hechos se remontan al 10 de marzo de 2019, cuando se informó a las fuerzas del orden que una mujer, de aproximadamente 20 años, gritaba y pedía ayuda en una calle de Edmonton. La joven, encontrada alrededor de las seis de la mañana con heridas graves y vestida solo una blusa, había sido perseguida horas antes por un desconocido cuando caminaba cerca de una parada de buses. Luego de alcanzarla, el hombre la agredió y la arrastró a un campo, donde abusó de ella sexualmente con violencia.

Aunque la Policía intentó localizar al atacante, descrito como un hombre de unos 160 cm de estatura y con acento extranjero, la víctima no pudo proporcionar muchos detalles de su aspecto, ya que el sujeto vestía ropa de invierno y llevaba un tapabocas en el momento del asalto.