La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) de Colombia informó este jueves que logró recuperar, en el departamento de Antioquia, un total de 13 cuerpos de personas que habrían sido víctimas de desaparición forzada durante el conflicto armado.

En un despacho de prensa, la unidad detalló que se tratan de «estructuras óseas con signos de violencia, entre otras características que permitirían inferir que corresponderían a víctimas de desaparición del conflicto armado». Los restos fueron encontrados en el cementerio La Dolorosa de Puerto Berrío, Antioquia, donde realizan la intervención de «tres pabellones de caridad» en los que podrían estar más de un centenar de desaparecidos.

La acción humanitaria, solicitada por el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice) y aprobada con medidas cautelares por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), se ejecuta del 13 al 26 de septiembre y es parte del Plan Regional de Búsqueda de los Puertos ubicados a lo largo del río Magdalena, que comprende a los municipios de Puerto Berrío, Puerto Triunfo, Puerto Boyacá, Puerto Nare y Puerto Salgar.

La UBPD añade que el plan se focaliza en «la intervención de las bóvedas en las que reposan cuerpos no identificados» que desde hace décadas han sido adoptados por la comunidad a cambio de favores, pues los consideran «milagrosos». Todos los restos que recuperen serán puestos a disposición del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses para avanzar en su identificación.

«Es importante abordar los cementerios como escenarios de búsqueda y que la comunidad pueda contribuir a que sepamos cómo llegaron estos cuerpos, cuáles eran sus características, y que quienes los recuperaron puedan ayudarnos a aproximarnos cada vez más a esa persona que hoy se encuentra desaparecida», dijo Luz Marina Monzón Cifuentes, directora de la UBPD, en la nota de prensa.

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La funcionaria añadió que en las labores de búsqueda está presente un ‘animero’ (persona que contacta a almas en pena), como «parte del proceso de reconocimiento, diálogo e inclusión» que permite generar confianza con la comunidad para que puedan comprender «las necesidades de quienes buscan a sus seres queridos», y entender alas personas que «han adoptado y establecido una relación espiritual con los cuerpos durante años».

«A partir de la adopción, la comunidad de Puerto Berrío ha protegido los cuerpos que llegaron a este municipio y esta práctica permitió que hoy la Unidad de Búsqueda pueda avanzar en las acciones humanitarias de recuperación que hoy estamos realizando», dijo Monzón, quien recordó que estos casos son cerrados cuando el cuerpo es identificado y entregado dignamente a su familia.