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El día del Escudo Nacional se conmemora cada 31 de octubre, desde 1900. Te contamos por qué.

Desde hace 122 años, el escudo ecuatoriano se convirtió en un símbolo de representatividad que, según la historia, eleva la valentía de los pueblos. Por eso se conmemora su día cada 31 de octubre. Esto desde 1900, durante el gobierno del presidente Eloy Alfaro. Ese día, el entonces Congreso ecuatoriano adoptó, de forma oficial, al escudo de armas de Ecuador. Lo que se formalizó vía decreto en el Registro Oficial el 5 de diciembre en ese mismo año.

Cuando el compositor y pianista quiteño Pedro Pablo Traversari comenzó a diseñar el escudo que todos y todas conocemos, intentó hilar el sincretismo de la diversidad cultural de Ecuador: incluyó en el escudo al volcán Cotopaxi, signos zodiacales, el río Guayas, el cóndor —ave andina emblemática—, fasces consulares, palma, entre otros elementos que, sobre todo, representaban a la región Costa y Sierra, no tanto la Amazonía o a los pueblos afroecuatorianos. Traversari culminó su diseño en 1916 y fue aprobado por el Ministerio de Instrucción Pública, que ahora es el Ministerio de Educación, para ser usado en centros educativos.

Pero

Que haya más símbolos de la Costa y Sierra se debe también a un antecedente: el primer escudo de armas fue presentado en 1820, conceptualizado por el artista Pablo Merino Ortega. Tenía una estrella blanca en el centro, con un campo ovalado celeste y cobijado por dos ramas de laurel. Decía: “Por Guayaquil independiente”. Fue adaptado, además, como “símbolo patrio” tras la Independencia de Guayaquil, en octubre de ese año. Diez años después, en 1830, el Congreso Constituyente de Riobamba lo decretó como escudo de armas. Tuvo, luego, varias modificaciones. Una de ellas, incluso, llegó a tener como leyenda: “El Ecuador en Colombia” y el sol figurado.

Los colores amarillo, azul y rojo fueron incorporados al escudo durante el gobierno del conservador Gabriel García Moreno que fijo a esas tonalidades como colores de la bandera nacional. El escudo tuvo más de una docena de cambios para llegar al que fue aprobado en 1916.

En 2002, se fijó el uso del escudo nacional, en el Reglamento del Ceremonial Público, oficializado en el decreto 3432, publicado en diciembre de ese mismo año.

La normativa, en su artículo 108, establece que solamente estas autoridades están “acreditadas” para usar al escudo nacional, grabado en oro, en sus tarjetas personales:

• Presidente de la República
• Vicepresidente de la República
• Presidente del Congreso (es decir, la Asamblea)
• Embajadores acreditados en el exterior.

Los ministros, en cambio, solo pueden usar en sus tarjetas un escudo grabado en blanco. Funcionarios de otras dependencias lo tienen prohibido.

Reinventar narrativas

Con el paso de los años, la representatividad del escudo nacional ha sido también cuestionada por colectivos sociales. Y la mejor forma que encontraron para manifestarlo fue interviniéndolo, como ocurrió con el escudo presentado por la plataforma Guayaqueer, en 2017, a propósito del aniversario veinte de la despenalización de la homosexualidad. En él, las banderillas laterales del escudo original ya no son tricolor, sino que la de la izquierda tiene colores celeste, rosado y blanco, que representan a las personas trans a escala mundial. La de la derecha, en cambio, el arcoiris morado, azul, verde, amarillo, naranja y amarillo, la bandera Lgbtiq+. Y en la parte superior del escudo ya no había un solo cóndor, sino dos, que juntaban sus picos, como dándose un beso, y un corazón sobre sus cabezas.

Años antes, en 2008, el diseñador Pablo Iturralde hizo un ejercicio de reinvención de narrativas de símbolos patrios. Entonces, creó el proyecto Tricolor en Llamas. En su escudo, tampoco estaba el cóndor andino, sino el cuy, un animal que también se ha convertido en un símbolo de la Sierra ecuatoriana.

¿Cuáles son los principales símbolos que tiene el escudo nacional?

A todos los conocemos —no han cambiado desde 1916:

• Cóndor: el ave emblemática andina —cuyo nombre es vultur gryphus— que habita los cielos y los páramos de Ecuador, aunque también de Chile y Colombia. Su peso llega hasta los 15 kilogramos y cuando extiende sus alas, pueden llegar a medir hasta tres metros. Tristemente, es una especie en peligro de extinción. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza categoriza al cóndor como una especie vulnerable debido a la reducción de sus poblaciones —en Ecuador se estima que hay poco más de 60— causado por su caza ilegal, pero también por la pérdida de su hábitat y el consumo de animales intoxicados.
• El volcán Chimborazo: es el más alto de Ecuador, con más de 6.260 metros sobre el nivel del mar. Es, además, una elevación montañosa que se integra a la región interandina y uno de los puntos turísticos más destacados de Riobamba. Es considerado el punto más alejado de la Tierra —se mide desde el centro del planeta—, incluso supera el majestuoso Everest con dos mil metros. Sin embargo, en 56 años, más de 7,5 de su cobertura glaciar se ha reducido.

Además

• Astas: en el escudo hay cuatro en cada corona de los pabellones con puntas en forma de rombo.
• El Sol: simboliza al oro ecuatoriano, tesoro de los pueblos y nacionales indígenas y nativas de Ecuador.
• Laurel: las ramas de laurel que se han mantenido en los diferentes diseños del escudo ecuatoriano representan la gloria del país.
• Palma: históricamente, la palma es un símbolo de paz.
• Río Guayas: este afluente nace frente a Guayaquil, la ciudad con los principales puertos en Ecuador, y se extiende a cerca de sesenta kilómetros. Sin embargo, la profunda sedimentación de este río lo ha vuelto innavegable. Podría generar inundaciones, aunque ninguna institución se hace cargo. En el escudo ecuatoriano tampoco aparece el islote que se ha ido formando con los años.
• Buque a vapor Guayas: fue el primero que se construyó en América del sur en 1841, en los astilleros de Guayaquil, que fue un referente de la industria naval latinoamericana. Hoy, no queda nada.
• Signos zodiacales: desmitificados por la ciencia, Géminis, Cáncer, Aries y Tauro representan los meses en los que, según la historia, ocurrieron hechos que reafirmaron la nacionalidad ecuatoriana.