¿Qué efectos secundarios tuvo el confinamiento en Argentina?
Una encuesta realizada por una institución médica argentina determinó que, durante los primeros meses de confinamiento, más de la mitad de la población del país empeoró sus hábitos alimenticios.
En concreto, un 52 % de los encuestados –en su mayoría adultos jóvenes de entre 30 y 45 años– aumentaron su ingesta de alimentos ricos en hidratos de carbono, como cereales, pastas y bollería industrial, en detrimento del consumo de frutas y verduras. Como factor agravante de esta situación, el 53,1 % de los consultados admitió también una considerable reducción del ejercicio físico y de las actividades recreativas.
El sondeo constató asimismo que las personas que ya tenían patologías previas asociadas a la alimentación fueron precisamente las que más incurrieron en modificaciones perjudiciales de la dieta. Así, el 62,9 % de las personas que tenían sobrepeso y el 72,7 % de las que sufrían obesidad declararon haber cambiado sus patrones alimenticios de acuerdo a las tendencias descritas.
La comida como «pasatiempo» durante la cuarentena
La nutricionista Nélida Adriana Zuccotti, del Servicio de Endocrinología, Metabolismo, Nutrición y Diabetes del Hospital Británico de Buenos Aires, señala que entre las consecuencias más frecuentes de estos malos hábitos alimentarios se encuentran «las glucemias por encima de valores normales, el aumento de colesterol, de los triglicéridos, y de la presión arterial». Además, estas nuevas rutinas pueden derivar en «cambios en los hábitos de sueño» igualmente perjudiciales.
«Uno de los problemas que más encontramos –señala la especialista– es que las personas, ante la angustia que provoca la pandemia y la incertidumbre de lo que va a pasar, convierten la comida en premio, en placer, en recompensa». «A veces no como porque tengo hambre, como porque de pronto me siento angustiado, triste o nervioso, y la comida se transforma entonces en un pasatiempo», explica Zuccotti.
Según los resultados de la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, el 60 % de los argentinos presenta sobrepeso, y cuatro de cada diez niños y adolescentes también pesa más de lo que debería según su edad.
Los especialistas recomiendan que los menores entre cinco y 17 años de edad inviertan al menos una hora diaria en hacer ejercicio físico. Sin embargo, las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia, que eventualmente incluyen confinamientos domiciliarios obligatorios, han dificultado la práctica normal de estas actividades.
Desde las autoridades sanitarias se sigue recomendando con énfasis, en cualquier caso, la práctica de ejercicio físico o actividades recreativas al aire libre siempre que sea posible, ya que se han demostrado eficaces también en la reducción de la ansiedad y la depresión, dos trastornos cuya incidencia se ha incrementado igualmente durante la pandemia de coronavirus.