Puntos clave sobre las negociaciones entre Rusia y Occidente sobre garantías de seguridad: ¿cómo transcurrieron? ¿hay resultados?
Este jueves finalizó la tercera etapa de las negociaciones entre Rusia y Occidente sobre garantías de seguridad en Europa.
El encuentro de este jueves, en el marco la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), se produce después de las consultas entre Rusia y EE.UU. a principios de semana en Ginebra y la reunión del Consejo Rusia-OTAN, que tuvo lugar este miércoles en Bruselas. Al igual que en las primeras dos etapas de las negociaciones, las partes constataron las discrepancias de sus posturas.
A continuación, repasamos cómo se desarrollan estas consultas y analizamos qué resultados hay por ahora.
¿Cómo evalúan las partes estas negociaciones?
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, declaró este jueves que «las negociaciones reflejan un enfrentamiento serio en el escenario mundial: un intento de Occidente de ratificar su dominación, lograr sin objeción todo lo que le parece necesario para promover sus intereses».
Respecto al tono de las discusiones, el canciller afirmó que la postura «bastante firme, arrogante en algunos lugares e intransigente» de Occidente fue presentada «con calma en general». Moscú también mostró una postura firme y presentó argumentos relacionados con el principio de indivisibilidad de la seguridad, dijo el ministro.
En ese contexto, Lavrov señaló que las consultas se realizaron como Rusia esperaba.
Por su parte, el vicecanciller Alexánder Grushkó, quien presidió este miércoles la delegación rusa junto con el viceministro de Defensa, Alexánder Fomín, indicó que Moscú y el bloque no tienen «una agenda del día unificadora y positiva».
El representante permanente de Moscú ante la OSCE, Alexánder Lukashévich, declaró tras la reunión de este jueves en la OSCE que la reacción de Occidente a las propuestas de garantías decepcionó a Rusia. De acuerdo con sus palabras, la delegación rusa esperaba «unas discusiones sustantivas e integrales», pero Moscú fue acusada de «comportamiento agresivo, particularmente en el contexto de los acontecimientos en Ucrania».
Mientras tanto, el secretario de la OTAN, Jens Stoltenberg, confirmó que entre las partes «hay diferencias significativas» y que la discusión «no es fácil».
El asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., Jake Sullivan, tachó las discusiones de «francas y directas». «Nos mantuvimos firmes en nuestros principios y claros sobre las áreas en las que podemos hacer progreso y en las que [el éxito es] imposible», destacó.
Expansión de la OTAN hacia el este: uno de los puntos de discrepancia
Lukashévich hizo hincapié en que «la desestabilización de la situación militar-política alcanzó su límite, después de la cual una crisis con consecuencias imprevisibles para la seguridad europea puede aparecer en el continente», lo que eleva «los riesgos para la seguridad de Rusia». «Tenemos que reaccionar. Precisamente por eso hemos formulado un requisito de presentar de inmediato por parte de EE.UU. y la OTAN unas garantías jurídicamente vinculantes, que excluyan cualquier expansión de la Alianza y despliegue de sistemas de armas de ataque cerca de las fronteras rusas«, resaltó.
Lavrov afirmó que EE.UU. y la OTAN «rechazan categóricamente nuestro derecho a solicitar la no expansión» del bloque hacia el este.
El ministro recordó que Rusia pide que se le presenten garantías jurídicas de la no expansión de la OTAN en esta dirección, así como garantías del no despliegue de fuerzas de ataque cerca del territorio ruso que puedan representar una amenaza para su seguridad. Al mismo tiempo, Moscú aboga por el regreso «de la configuración de la arquitectura de la seguridad europea a [su estado de] 1997, cuando se firmó el Acta Fundacional Rusia-OTAN».
«Los intereses racionales en el fortalecimiento de la seguridad europea exigen que se entienda claramente que una nueva expansión de la Alianza conlleva riesgos que superarían cualquier decisión de seguir extendiéndose», indicó, a su vez, Grushkó, citando como ejemplo la resolución de la crisis de los misiles de Cuba de 1962, que, considera, «no se basó en seguir unos principios, sino en un equilibrio muy racional de los intereses militares».
En este sentido, el vicecanciller ruso Serguéi Riabkov resaltó este lunes que «es absolutamente necesario lograr que Ucrania nunca se convierta en miembro de la OTAN», indicando que lo mismo se aplica a Georgia.
Cabe señalar que desde Moscú han advertido repetidamente que los líderes del bloque creado durante la Guerra Fría prometieron verbalmente a la URSS no expandirlo tras el fin de la rivalidad entre los dos sistemas del siglo XX. Aunque desde Occidente han rechazado esas afirmaciones, documentos desclasificados las corroboran.
Mientras tanto, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, expresó su rechazo a la posibilidad de garantizar la no expansión de la OTAN. Hay «principios básicos» relacionados con la paz y la seguridad internacional, entre ellos el principio de que «un país no puede dictarle a uno de sus vecinos sus elecciones» y el de que «una nación no puede simplemente decir que va a ejercer una esfera de influencia», dijo Blinken este jueves durante una entrevista con la MSNBC.
¿Hay algunos resultados de las negociaciones?
El ministro de Exteriores ruso señaló que EE.UU. y la OTAN prometieron presentar por escrito su respuesta a las propuestas de Rusia. Indicó que Moscú quiere recibir una postura concreta respecto a cada punto.
Stoltenberg afirmó este miércoles que la Alianza está interesada tanto en recuperar la labor de las respectivas misiones diplomáticas en Moscú y Bruselas, como en fortalecer los lazos a nivel militar y civil.
Respecto a los temas principales de las reuniones, Riabkov señaló durante una entrevista con RTVI, emitida este jueves, que EE.UU. y sus aliados «de hecho nos dicen un ‘no'» en puntos clave de los documentos sobre las garantías. «Donde nos dicen ‘sí, vamos a seguir discutiendo’, destacamos, por nuestra parte, que, pese a la importancia y la seriedad de precisamente estas historias, son secundarias respecto a la no expansión de la OTAN», reiteró.
Durante la misma entrevista, Riabkov se negó a confirmar o descartar la posibilidad del despliegue de tropas rusas en Venezuela o Cuba en caso de agudizarse las tensiones entre Moscú y Washington. En respuesta, Sullivan prometió «lidiar con esto decisivamente» si Rusia se mueve «en esta dirección».
El profesor de historia contemporánea, José Luis Orella, señaló que las negociaciones entre Rusia y la OTAN han expuesto cuánto depende Europa de EE.UU. en temas de seguridad y defensa.
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