Las familias de productores de bananas que abastecen al mercado europeo han firmado este lunes una declaración conjunta en Bruselas en la que, entre otras medidas, piden revertir la tendencia de «precios bajos» para poder continuar con las políticas de exigencia en el ámbito laboral y medioambiental.

Miembros de la Asociación de Productores Europeos de Banana (APEV), productores de Ecuador, de Colombia y de Guatemala, se reunieron en el Club de Prensa de Bruselasy emitieron un documento dirigido a los planteamientos de la estrategia de la Unión Europea (UE) denominada ‘De la granja a la mesa’, que forma parte del Pacto Verde Europeo.

Los firmantes recuerdan el posicionamiento de los miembros del Parlamento Europeo, según el cual «el alza de gastos en los insumos puede llevar a la ruina a los agricultores», mientras el cumplimiento del Pacto Verde Europeo ha generado un cambio en el sistema de producción agropecuario con mayores costos.

En ese contexto, proponen tres ejes de actuación atendiendo a la peculiaridades sociales, jurídicas, geográficas, económicas y políticas de cada país implicado.

En primer lugar, se insiste en la necesidad de revertir la tendencia de precios bajos con la excusa de ofrecer «las frutas más baratas del mercado» que se ha mantenido por el sistema de distribución europeo, que no es consecuente con las políticas de exigencias que permiten pagar un salario digno y mantener políticas verdes y la propia estrategia ‘De la granja a la mesa’.

Así, promueven el concepto de responsabilidad compartida que permita establecer un monto de compensación que establezca como referencia parámetros y metodología que reconozcan los impactos exógenos y los esfuerzos en sostenibilidad de la cadena de producción y que tenga como base un precio digno.

En segundo lugar, piden a las organizaciones internacionales europeas que se comprometan a conformar una alianza para combatir el FOC R4T y la Sigatoka Negra, las principales plagas que actualmente afectan a los bananos, y desarrollar variedades resistentes.

Por último, los firmantes de esta declaración conjunta piden el desarrollo de una agenda de seguridad ante la contaminación con narcóticos de contenedores, así como el control del narcotráfico en los países consumidores.