«Podría haber evidencia incriminatoria»: Expertos sugieren por qué Alec Baldwin no quiere entregar su móvil a las autoridades
El actor estadounidense Alec Baldwin sigue sin acatar la orden del juez que a mediados de diciembre le instó a entregar a la Policía su teléfono celular en relación con la investigación sobre el tiroteo fatal durante el rodaje de la película ‘Rust’, en el que perdió la vida la directora de fotografía Halyna Hutchins, y los expertos sugieren que pueden existir varios motivos para ello.
«Podría haber evidencia incriminatoria en el teléfono, o podría ser por razones de privacidad», dijo este sábado Kevin Kearon, exfiscal de distrito de Nassau y actual defensor penal en una entrevista con The New York Post. «Si borró mensajes de texto o registros de llamadas, entonces enfrentaría la posibilidad de undesacato criminal. O si hay mensajes personales, por ejemplo, entre él y su esposa, no sorprende que no los quiera en el dominio público».
El teléfono de Baldwin fue solicitado en un primero momento por los investigadores, quienes sospechan que contiene conversaciones clave relacionadas con el fatal incidente. Sin embargo, el actor se negó a darles el dispositivo y les exigió una orden judicial, algo que «no es consistente con su promesa inicial de cooperar con las fuerzas del orden», según Kearon.
«Ciertamente parece sospechoso«, reconoció abogado, que no descarta que los mensajes de texto en el teléfono contradigan declaraciones anteriores de Baldwin.
Por otro lado, los investigadores también podrían buscar evidencias que demuestren que otras personas tuvieron la culpa, como mensajes de texto que digan «‘Oh, Dios mío, no revisé el arma’ o ‘Contraté a alguien que no es competente’, cualquier cosa que sea incriminatoria o que pueda arrojar más luz y dar más contexto», opina el también abogado defensor penal Louis Shapiro.
No obstante, Shapiro concluye que no es probable que haya información «perjudicial» para Baldwin en el móvil, pues ha dado entrevistas a la Policía, por lo que «hay que asumir que él y sus abogados sabían lo que había en ese teléfono para que no se contradijera».