Planea secuestrar a su esposa, de la que estaba separado, pero todo se tuerce cuando los hombres que contrató se ahogan escapando de la Policía
Un millonario de Luisiana (EE.UU.) se declaró culpable este lunes de orquestar el secuestro de su esposa, de la que estaba separado, un complot que salió mal cuando los dos hombres que contrató se ahogaron tratando de evadir a la Policía, recoge el periódico The Washington Post, citando los documentos judiciales.
Lawrence Michael Handley y Schanda Handley llevaban casados desde 2006; sin embargo, la relación se deterioró en 2017, cuando las acusaciones de incidentes abusivos dieron como resultado la presentación de múltiples órdenes de alejamiento.
En abril de ese año, Michael, ahora de 53 años, solicitó el divorcio alegando que su esposa lo atacó y amenazó varias veces, así como contrató a un sicario para que lo matara. La cónyuge, por su parte, afirmó que Handley intentó rastrear su teléfono, acceder a su correo electrónico e instalar ‘software espía’ en su computadora, además de enviar mensajes de texto amenazadores y permitir que otros también lo hicieran.
El hombre luego planeó el secuestro de su esposa y contrató a dos hombres con antecedentes penales, Sylvester Bracey y Arsenio Haynes, que a principios de agosto de 2017 entraron con pistolas semiautomáticas a la casa de la mujer en la ciudad de Lafayette, la esposaron, le colocaron una bolsa en la cabeza y la llevaron a la fuerza a una camioneta.
De acuerdo con los documentos judiciales, Handley compró artículos «necesarios para secuestrar, atar, torturar y abusar» de su esposa en un plan que, según la defensa, preveía que al final el millonario acabaría salvando a la mujer en un esfuerzo por «recuperarla».
¿Qué pasó durante el secuestro?
Bracey y Haynes se dirigían hacia la ciudad de Baton Rouge, amenazando, torturando y abusando de Schanda Handley en el camino, pero en un momento quedaron atascados en el tráfico y decidieron conducir por un arcén.
Esta infracción llamó la atención de un ayudante del sheriff fuera de servicio, loque provocó la persecución de la camioneta, que finalmente llegó a un callejón sin salida y quedó atrapada en un área pantanosa.
En un intento de escapar de la Policía, los hombres abandonaron el vehículo y saltaron en un canal, donde se ahogaron. Sus cuerpos fueron encontrados menos de un día después. Schanda Handley fue hallada con vida en la parte trasera de la camioneta.
Entre tanto, Lawrence Michael Handley fue arrestado cuatro días después en un hotel mientras intentaba alquilar un avión con la esperanza de evadir a las autoridades. Los investigadores encontraron un video de vigilancia en el que Handley planeaba el secuestro y prometía pagar a Bracey y Haynes «19 lingotes de oro».
Handley, que antes del crimen tuvo éxito en la industria de la tecnología y ayudó a lanzar empresas que vendían vitaminas, suplementos energéticos y cremas de calcio, se declaró culpable de dos cargos de secuestro en segundo grado y un cargo de intento de secuestro en segundo grado tras llegar a un acuerdo de culpabilidad. Este acuerdo le permitió evitar un cargo de secuestro agravado, que conlleva una cadena perpetua obligatoria. Actualmente Handley enfrenta a entre 15 y 35 años de prisión.
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