Pizza versión casera
Pizza versión casera. Es una de las comidas más famosas y consumidas del mundo, pero muchos evitan consumirla para no aumentar de peso. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
Es una de las comidas más famosas y consumidas del mundo, pero muchos evitan consumirla para no aumentar de peso. El secreto para hacerlo sin culpas
Hay personas que piensan que a determinados alimentos hay que prohibirlos, y directamente eliminarlos de la dieta cotidiana porque engordan y, en verdad, no tenemos que concebir a ciertos alimentos como un elemento que engorda por sí mismo y demonizarlo.
Lo importante es saber que no hay ningún alimento que tenga la capacidad por sí solo de hacerte engordar o adelgazar. Lo que sí tienen los alimentos es diferentes calidades nutricionales.
Lo más conveniente es utilizar algunas estrategias para aprender a comer las cantidades adecuadas de las comidas. Si un plato o alimento nos gusta mucho pero contiene altos niveles de calorías, grasas o azúcar, podemos consumirlo pero con moderación, sabiendo elegir qué momento nos reservamos para comerlo.
O, aún mejor, podemos prepararlas en forma casera que incluso pueden llegar a ser hasta más nutritivas.
Cuando comemos una pizza en un restaurante o pizzería tenemos que tener en cuenta que el producto final llevó en su elaboración al menos dos cucharadas de aceite en la pizzera, más cuatro cucharadas de aceite sobre la pizza. Esto es el equivalente, más o menos, a una tacita de aceite que, si lo comparamos, sería como comernos tres porciones más de pizza por el nivel de grasas y el valor calórico que estamos agregando.
Sumar proteínas y fibras
Entonces, si nosotros la preparamos en casa podemos utilizar queso magro en lugar de mozzarella y así le estamos aportando, además de proteínas, menos cantidad de grasa saturada, y mayor cantidad de vitamina A, vitamina D y calcio.
Si utilizamos tomate picado o alguna salsa de tomate caserita o liviana, además, estamos incorporando fibra y también licopeno, que es un antioxidante muy potente protector de ciertos tipos de cáncer.
Hay muchas estrategias para sumar en una preparación casera. Por ejemplo, también podés agregarle verduras y hortalizas como cebolla, morrón, rúcula, champiñones, berenjenas, lo que más te guste. Esto aporta más fibra, lo que significa más saciedad por más tiempo.
Lo recomendable, más allá de mirar un alimento aislado y eliminarlo de la dieta porque crees que es malo, es analizar cuál es su patrón de nutrientes y evaluar si comemos porciones más chicas o si lo cocinamos en casa para reemplazar ciertos ingredientes.
Uno de los grandes mitos alrededor de la pizza u otros alimentos es que los hidratos de carbono generan adicción. No es así. No existe lo que comúnmente llamamos “adicción a la comida”, por lo tanto, no la hay con los hidratos de carbono.
Sí es verdad que los preferimos porque ayudan a nuestro cuerpo a formar serotonina. Una sustancia que se relaciona con el control de impulsos, con el sueño, el buen humor.
Además, acordate que prohibir o restringir alimentos lo que provoca es mayor descontrol alimentario.
Lo importante es cómo equilibres tu alimentación y que el plan para mantener o bajar de peso esté adecuado a tus necesidades energéticas de acuerdo al objetivo que vos persigas.Es clave saber que no hay que prohibir grupos completos de alimentos sino que hay que aprender a distribuirlos y a consumir las porciones adecuadas.