Pierde tres citas médicas por la pandemia de coronavirus y meses después se entera por Zoom de que le quedan 6 meses de vida

Desde el inicio de la pandemia de coronavirus, otras enfermedades pasaron a segundo plano y muchas personas quedaron sin consulta médica y a veces sin el tratamiento necesario. Este es el caso de una joven británica de 23 años que durante meses, debido a las restricciones impuestas por el covid-19, no pudo acudir al médico y recién en agosto se enteró de que tenía un cáncer incurable y le quedaban unos 6 meses de vida.

Además, la noticia la recibió de la peor forma: por una videollamada en Zoom de su médica, y en presencia de su hija de siete años.

A Kimberley Eccles se le diagnosticó rhabdomyosarcoma, una enfermedad que solo raramente afecta a los adultos. «Mi corazón está roto: tengo solo 23 años y una hermosa hija que me necesita. Pero me dieron un reducido porcentaje de posibilidades de sobrevivir y me dijeron que me quedaban unos seis meses de vida», contó la mujer a The Sun.

Los problemas de Eccles empezaron en junio del año pasado, cuando sintió una úlcera en la boca, que luego fue diagnosticada como una glándula salival bloqueada. Para febrero se había convertido en un tumor del tamaño de una pelota de tenis, y los médicos decidieron someterla a una biopsia y una resonancia magnética. Pero con el inicio de la pandemia, las citas médicas fueron suspendidas tres veces y solo en agosto supo por fin Kimberley su diagnóstico.

«No puedo evitar pensar en lo diferente que pudo haber sido todo si no hubiera aparecido la pandemia y me hubieran diagnosticado el cáncer antes», confesó.

La joven pasó por tres episodios de quimioterapia, que no surtieron efecto. Aun así, Kimberley no piensa darse por vencida y el próximo lunes se someterá a una complicada operación para extirparle el tumor, junto con toda la mejilla izquierda y parte de la mandíbula, tras lo cual buscarán reconstruirle el rostro usando huesos y tejidos de su espalda.

Después de recuperarse, Kimberley planea viajar a Estados Unidos y someterse allí a un tratamiento alternativo. Para recolectar el dinero necesario –unos 67.000 dólares–, creó una campaña de recaudación de fondos que ha recogido ya unos 16.000.