Pekín: El Ejército chino está preparado para derrotar a cualquier fuerza que intervenga en el asunto de Taiwán
El Ejército Popular de Liberación de China es capaz de hacer frente a cualquier fuerza extranjera que pretenda interferir en su política interna y, particularmente, en la cuestión de Taiwán, declaró este martes el ministro de Defensa chino, Wei Fenghe, durante la reunión que sostuvo con su homólogo estadounidense, Lloyd Austin, en Camboya.
El funcionario subrayó que los asuntos relacionados con la isla se encuentran en el centro de los intereses fundamentales de China y es «la primera línea roja» que no debe cruzarse en las relaciones bilaterales entre Pekín y Washington.
«Taiwán es el Taiwán de China. La solución de la cuestión de Taiwán es un asunto propio del pueblo chino y ninguna fuerza externa tiene derecho a interferir», dijo Wei, citado por el ministerio. «Las Fuerzas Armadas chinas tienen la firmeza, la determinación, la confianza y la capacidad para salvaguardar decididamente la reunificación nacional«, aseveró.
El ministro señaló que Washington «debe respetar los intereses fundamentales de China» y que, actualmente, «la responsabilidad de la situación en las relaciones» entre ambos países «es de EE.UU., no de China».
Wei también expresó la esperanza de que «los importantes consensos», alcanzados por el presidente chino, Xi Jinping, y el líder estadounidense, Joe Biden, durante su encuentro en el marco de la 17.ª Cumbre del G20, se pongan en práctica.
«China espera que EE.UU. cumpla su palabra, honre su compromiso, respete realmente el consenso alcanzado entre los dos jefes de Estado y adopte una política china racional y pragmática, a fin de que las relaciones entre China y EE.UU. vuelvan a la senda del desarrollo estable y sólido», declaró el funcionario.
Las tensiones entre ambas potencias se intensificaron a principios de agosto como consecuencia de la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, porque China considera la isla parte de su territorio y condenó las acciones de la legisladora, afirmando que su presencia allí socavaba la soberanía de Pekín.
El martes fue la primera reunión de los ministros de Defensa chino y estadounidense, después de la controvertida visita de Pelosi.