¿Pasa la transición hacia una energía limpia de la India por la extinción de una de las aves voladoras más grandes del planeta?

La India, el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, planea multiplicar por cinco la capacidad de sus fuentes de energía renovable hasta el fin de década. Este plan, que implica inversiones multimillonarias en el sector solar y eólico, busca mitigar el cambio climático, pero al mismo tiempo genera una amenaza adicional para la fauna local.

Una especie en peligro de extinción se interpuso en este camino hacia la energía limpia; y no se trata de una especie cualquiera, sino de una de las aves voladoras más grandes de nuestro planeta: la avutarda india. Las aves adultas miden hasta un metro de alto, tienen una envergadura máxima de 2 metros y alcanzan un peso de casi 18 kilos, más del doble del tamaño de un pavo real, siendo su principal desperfecto físico una visión poco aguda.

El área de distribución de estas avutardas ha pasado de ocupar once estados indios a prácticamente uno, Rayastán, donde anidan en el suelo, lo que las convierte en animalesespecialmente vulnerables. Sin embargo, según reporta Bloomberg este 15 de junio, el mayor peligro para la especie proviene de las líneas eléctricas de alta tensión, contra las que chocan a menudo debido a su defecto de visión.

Un estudio de la ONG Wildlife Institute of India confirmó entre 2017 y 2020 seis muertes de avutardas como consecuencia de impactos o por electrocución al chocar con líneas eléctricas, varias de ellas conectadas a turbinas eólicas.

Las inspecciones de esta organización abarcan 80 kilómetros de líneas eléctricas de distinto voltaje en la región del desierto de Thar (también conocido como gran desierto indio), mientras que solo la extensión de los cables de alta tensión en el hábitat total de la avutarda ronda los 150 kilómetros mientras sigue su crecimiento debido a los programas de energía renovable.

A partir de esa incidencia conocida de muertes causadas por líneas eléctricas, los ambientalistas calcularon que el número real podría elevarse hasta 16 muertes al año, mientras que la población total de avutardas en el Thar ronda los 128 ejemplares. «Una tasa de mortalidad tan alta es insostenible para la especie y es causa segura de su extinción«, concluyeron los expertos.

En marzo, la Corte Suprema de la India intervino en el problema y reconoció en un fallo la necesidad de tener en cuenta los derechos de otros seres vivos y no solo pensar en el desarrollo sostenible de los humanos. Un panel de dos jueces ordenó instalar desviadores de aves en las líneas eléctricas cuando no sea posible construir un sustituto subterráneo, aunque tomó en consideración que la tecnología de desviadores es muy costosa y desafiaría los planes de desarrollo energético del país.

Las compañías del sector señalan que el dictamen podría acarrear un sobrecoste de unos 4.000 millones de dólares y poner en peligro casi 20 gigavatios de la futura energía solar y eólica. A su vez, la Justicia no considera definitivo el fallo, puesto que el propio presidente de la Corte Suprema, Sharad Bobde, examinará con prioridad la cuestión de si los cables eléctricos aéreos pueden ser reemplazados por líneas subterráneas para salvar a la especie amenazada.

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