Seguidores del primer ministro paquistaní, Imran Khan, ingresaron por la fuerza en la Casa Sindh en Islamabad, una instalación del partido de la oposición, tras protestar durante horas en el exterior contra los legisladores disidentes que permanecían en el edificio.

La indignación de los partidarios se produjo tras conocer que casi dos docenas de miembros del partido gobernante Movimiento por la Justicia de Pakistán (‘Pakistan Tehreek-e-Insaf’, PTI) planeaban sumarse a una moción de censura contra el primer ministro, culpándolo de la crisis económica y de la espiral inflacionista del país, presentada en el Parlamento por la oposición.

Imágenes compartidas en las redes sociales mostraron a docenas de trabajadores del PTI escalando las paredes de la cerca del edificio, dirigido por el Partido Popular de Pakistán (PPP), e incluso derribaron las puertas para ingresar al lugar.

Los manifestantes portaban pancartas y carteles con los rostros de los legisladores disidentes cubiertos de tinta negra, acusándolos de «traidores» y de «vender sus conciencias«.

Según los informes, 12 miembros del PTI fueron arrestados por participar en la protesta, después de negarse a abandonar la puerta principal del edificio por órdenes de la policía.

El líder del PPP, Sharjeel Memon, calificó el asalto como la «peor forma de terrorismo» y acusó a la Policía de Islamabad de no tomar las medidas necesarias y actuar como espectador.

Además, advirtió al Gobierno que, si se vuelven a producir «ataques terroristas» de este tipo, entonces los miembros del PTI tendrán que «asumir las consecuencias».

Por su parte, el asistente especial del primer ministro en Comunicación Política, Shahbaz Gill, declaró que los legisladores arrestados serán liberados bajo su garantía personal, siguiendo los procedimientos legales y lamentó la situación. «El partido pedirá a sus trabajadores que protesten pacíficamente dentro del ámbito de la ley«, agregó.