Pakistán se ha negado a ceder sus bases militares para alojar a soldados de EE.UU. que se retiran de Afganistán, según ha declarado el ministro de Exteriores pakistaní, Shah Mehmud Qureshi, en una entrevista que ha concedido al canal GEO News.

Islamabad quiere que el proceso de paz «avance junto con la retirada de tropas» y este canciller ha destacado que «el mundo no considera a Pakistán como parte del problema».

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Qureshi ha recordado que la diplomacia de EE.UU. se enfoca ahora en la búsqueda de bases, pero «no se trata de darles bases, tenemos que observar nuestro interés».

De hecho, Shah Mehmud Qureshi ha destacado que Pakistán ha rechazado rotundamente la idea de desplegar tropas de EE.UU. y todos los partidos políticos locales ya saben la intención de las autoridades paquistaníes.

Estas palabras sintonizan con la información del periódico estadounidense The New York Times, que el pasado 6 de junio publicó la opinión de varios funcionarios de EE.UU. en la que indicaban que las negociaciones de Washington con Islamabad habían «llegado a un punto muerto».