Paco Moncayo fue parte del más reciente debate de candidatos a la Alcaldía de Quito, aunque no estuvo presente. Nueve de los 18 aspirantes se reunieron la noche del jueves 28 de febrero en la Universidad Andina Simón Bolívar para presentar sus propuestas para la ciudad.

Pero su turno fue aprovechado para cuestionar la ausencia de Moncayo, que según la empresa Click lidera la intención de voto. Él no ha ido a debates en esta campaña, sin importar que hayan sido organizados por universidades, periodistas o gremios.

Por eso, los postulantes asistentes instaron a los presentes a que no votaran por él. La idea fue aplaudida por un salón lleno, cuya mayoría formaba parte de las barras de los candidatos, especialmente de César Montúfar.

María Sol Corral, candidata del Movimiento Ecuatoriano Unido-PSE, dijo que Moncayo no puede ser alcalde otra vez. “Si no quiere debatir, cómo puede conocer y solucionar los problemas”.

Mientras que el candidato del movimiento Fuerza EC, Víctor Hugo Erazo, afirmó que el Cabildo “está corrompido” y que la solución es fácil: no votar por personas que ya fueron burgomaestres.

Los postulantes no ocultaron su estrategia de tratar de vincular a Moncayo con el actual alcalde Mauricio Rodas. La gestión de este fue calificada como la peor en las últimas dos décadas y se dijo que llevó a Quito a una crisis.

El catedrático universitario César Montúfar, del Movimiento Concertación, dijo que el responsable de la debacle en la Municipalidad es la corrupción. Expuso que el Metro se construyó en medio de irregularidades. Él anunció que combatirá este problema para cambiar la gestión del Cabildo.

Juan Carlos Holguín, el aspirante por CREO, sostuvo que no existe planificación en el actual Municipio. Y puso como ejemplo el transporte y las viviendas que se levantaron en lugares de riesgo.

Holguín recalcó que deben mejorarse los procesos internos en el Cabildo para hacerlo moderno y eficaz. Mientras que Juan Carlos Solines, de Juntos Podemos, puntualizó sobre la improvisación en la actual Alcaldía y la politización radical en el Concejo. Él afirmó que los ediles se extralimitaron en sus funciones y bloquearon la gestión central, por sus disputas políticas.

Aclaró que las competencias de esas autoridades municipales son legislar y fiscalizar. “Ese es un problema de los últimos 20 años”, dijo.

Otro punto de acuerdo entre los candidatos es un cambio urgente del modelo de gestión del Cabildo. En este sentido Xavier Buendía, aspirante de Centro Democrático, plantea una auditoría en los primeros 45 días de gestión. La idea es conocer el estado de las empresas municipales para emprender su reforma.

Dijo que denunció 55 casos de irregularidades a la Alcaldía y concejales, pero no hicieron nada. “Esa inactividad ha costado $5.006 millones. Promoveré la Contraloría Municipal para ver en qué se distribuyen los fondos económicos del Municipio”.

Mientras que Patricio Guayaquil (del Movimiento Todos) sostuvo que terminará con las cuotas políticas para evitar que se empeoren los servicios municipales.

Los problemas de la actual administración tienen otra solución para el candidato de Pachakutik, Pablo Dávalos. Él plantea “construir” alcaldías menores; es decir, gobiernos barriales para desconcentrar el trabajo.

Édgar Jácome, del Partido Adelante Ecuatoriano Adelante, cree que es necesario que Quito vuelva a soñar. Su propuesta es que las ordenanzas municipales aprobadas se pongan en práctica.

Luego del debate, los candidatos se fotografiaron con sus simpatizantes y se tomaron un canelazo. Ellos están abajo en los sondeos según Click, pero creen que no todo está perdido y hay tiempo para cambiar las preferencias de los quiteños. (I)