«Nos llevamos ropa interior larga, pero nunca nos la pusimos»: en el Ártico el cambio climático se siente en la piel

Jacqueline Grebmeier y Lee Cooper, una pareja del estado norteamericano de Maryland que se dedica a las investigaciones árticas, han podido comprobar en su propia piel que el calentamiento global ya está aquí. «Empacamos nuestra ropa interior larga, pero nunca nos la pusimos», comentó Cooper su último viaje a los gélidos mares de Alaska, informa The Guardian.

Los investigadores, que se vieron obligados a cumplir con las restricciones derivadas de la pandemia, se toparon con una realidad que debería abrir los ojos a los negacionistas del cambio climático: muchas zonas donde antes se necesitaba un rompehielos carecen ahora de hielo por completo.

Durante su permanencia en la zona, el equipo fue testigo de como un portacontenedores que se dirigía de Corea a Quebec se abría camino por una ruta recién derretida. »Es sorprendente que el estado de cosas haya cambiado tan rápido durante mi vida, en particular a lo largo de los últimos 5 a 8 años», admite Jacqueline Grebmeier.

La investigadora explica que la falta del hielo marítimo se ha traducido en un aumento de presencia de algas, incluso mortales, lo que amenaza con destruir toda la cadena alimentaria, poniendo en peligro a los pueblos indígenas de Alaska.