«No tuve información de actividad ilícita»: Habla el exembajador de Colombia en Uruguay sobre el ‘narcolaboratorio’ encontrado en su finca

Tras varios meses de silencio, el exembajador de Colombia en Uruguay Fernando Sanclemente comenzó a hablar con los medios de comunicación de su país acerca del laboratorio para la producción de cocaína encontrado, en febrero pasado, en su finca familiar ubicada en el departamento colombiano de Cundinamarca.

«No tuve información de actividad ilícita en nuestra finca, esas insinuaciones [que lo inculpan] son una canallada, porque desde el 19 de febrero, que inició todo esto, le he dado la cara al país (…) Las pruebas no me involucran con esa actividad ilícita y, además, acreditan mi inocencia», dijo Sanclemente, en entrevista con Caracol Radio.

Según el exembajador, el laboratorio clandestino «comenzó a operar el 10 de enero de este año, es decir, un mes y tres días antes del allanamiento» y fue hallado «en una zona boscosa» y de «difícil acceso», agregó en declaraciones a El Tiempo.

Tras recordar que él se encontraba como representante de Colombia en Montevideo desde el 22 de marzo de 2019, acusó directamente al mayordomo de la finca, Laureano Martínez, a quien conoce desde hace tres años, y a su asistente, Gustavo Enrique Bejarano, ambos a cargo de la hacienda y el ganado durante su ausencia en el país.

«A lo largo de estos tres años yo nunca pude intuir alguna actividad indebida de Laureano y para mí es, obviamente, una sorpresa esta situación; sin lugar a dudas se prestó en un abuso de confianza imperdonable, pues propició esta situación que tanto daño me ha hecho en lo personal, en lo familiar, en lo societario», añadió.

Mayordomo dispuesto a delatar

En septiembre pasado, se conoció que Martínez había llegado a un preacuerdo con la Fiscalía, que le traería beneficios judiciales, al declararse culpable de los delitos de falsa denuncia, concierto para delinquir agravado, tráfico, fabricación o porte de estupefacientes agravado y tráfico de sustancias para procesamiento de narcóticos.

El mayordomo había contado que un grupo de hombres armados lo obligaron, bajo amenazas, a dejar instalar y funcionar el narcolaboratorio.

Sin embargo, la semana pasada, la Fiscalía retiró ese preacuerdo y la defensa de Martínez procedió a avanzar en un principio de oportunidad, que podría convertir al mayordomo en el testigo estrella de este caso.

Martínez ha manifestado su disposición a delatar a los supuestos cerebros del ‘narcolaboratorio’.

¿Sanclemente sabía o no?

Una de las pruebas más importantes que ha salido a la luz sobre este caso es la interceptación de las comunicaciones de Martínez, que ya están en poder de la Fiscalía, y a las que tuvo acceso El Tiempo.

En esas interceptaciones hay comunicaciones con Bejarano, a quien llama Enrique (su segundo nombre), en las que le informa que la finca está bajo vigilancia y que no le contestaba las llamadas a Sanclemente, que se encontraba en Uruguay.

En las conversaciones, también se difundió que Bejarano le habría preguntado al mayordomo si había hablado con «los de arriba», a los que también se refiere como «los duros», sobre el allanamiento, porque eran ellos los que tenían que pagarles los abogados.

Además, Bejarano preguntó: «¿Cómo va a reaccionar Sanclemente?», y la respuesta de Martínez fue que el entonces embajador era un «hijo de puta» y que se les iba a ir con todo porque «se le tiraron la hoja de vida«.

Ante estas filtraciones, Sanclemente confirmó que Enrique es Bejarano, y que al hacer referencia a «los duros», se referían a «los capos». Confirmó que estuvo llamando a ambos cuidadores de la finca para que le explicaran sobre el allanamiento, y no encontró «respuesta alguna».

«Eso lo que evidencia claramente es, obviamente, mi ausencia de conocimiento de esa actividad indebida y, por supuesto, mi espíritu y mi propósito de llegar hasta las últimas consecuencias frente a los responsables de esta situación», enfatizó el exembajador.

De momento, Sanclemente informó que insistirá en el archivo de las diligencias en su contra.