«No se trata solo de cifras»: una mujer cuenta la angustia de perder a su esposo y su mejor amiga por el coronavirus

Mónica Anderson, de la localidad inglesa de Walsall, ha reflexionado sobre el dolor de perder a su esposo y casi al mismo tiempo a su mejor amiga después de que los tres contrajeran el coronavirus, según relató la mujer durante una audiencia virtual como parte de una investigación dirigida por el Partido Laborista británico, informa Birmingham Live.

Los tres desarrollaron síntomas de covid-19 a inicios de marzo, dos semanas antes de que se implementaran medidas de aislamiento en el país. El esposo de Mónica, Fabian, de 60 años, murió el día 15 de ese mismo mes a causa de la enfermedad. La pareja, que llevaba unida por tres décadas, había organizado una cena para amigos y familiares cuando enfermaron.

Ambos fueron internados en hospitales diferentes. Mientras Mónica empezaba a recuperarse, le dijeron que su esposo, quien también padecía de una afección renal grave, probablemente no sobreviviría. Fue dada de alta justo a tiempo para despedirse su marido horas antes de que falleciera el mismo día.

Una semana después de la tragedia, recibió la noticia de que su mejor amiga también había fallecido por el virus. Y como si no fuera poco, el sacerdote encargado de oficiar el funeral de Fabian también murió poco después.

Impacto emocional y psicológico

Mónica espera que su trágica experiencia sirva para que las autoridades tomen en cuenta el sufrimiento que está causando la pandemia en las familias. La mujer pide una acción urgente para elaborar un plan nacional que permita abordar el impacto emocional y psicológico que está dejando la enfermedad.

«El Gobierno debe entender que esto no se trata solo de cifras: los miembros de las familias y sus conexiones se ven afectados por una pérdida, sin mucha atención o apoyo de las instituciones», criticó.

«Los números reportados diariamente no reflejan la gravedad de la experiencia de pasar por el covid-19 o de perder a alguien«, agregó. La mujer además espera que su experiencia sea un recordatorio oportuno de que el levantamiento de las restricciones no significa que el virus se haya ido o de que sea menos mortal.