La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) reconoció que el informe donde se incluía a Colombia entre los 20 países con riesgo de padecer hambre aguda en 2022 «no refleja lo que quería revelar», luego de que el Gobierno colombiano pidiera una rectificación y su exclusión del documento.

Esta aclaratoria la hizo el representante de esta agencia de la Organización de Naciones Unidas en Colombia, Alan Bojanic, durante una rueda de prensa conjunta con la vicepresidenta y canciller colombiana, Marta Lucía Ramírez, en compañía del ministro de Agricultura, Rodolfo Enrique Zea Navarro, y otros altos funcionarios del Gobierno del país suramericano.

Bojanic se refirió al informe conjunto entre la FAO y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) titulado ‘Puntos críticos de hambruna, alertas tempranas sobre inseguridad alimentaria’, donde Colombia fue agregado —con una leyenda donde se especificaba que se incluían a los migrantes venezolanos—, junto a países de la región como Haití y Honduras. En el estudio se prevé que el hambre aguda se dispare en más de 20 naciones entre febrero y mayo, «a menos de que se tomen medidas inmediatas».

¿Qué dijo la FAO?

Durante su participación, el titular de la FAO en Colombia aseveró que el escrito «tenía otras intencionalidades» y que «lamentablemente no refleja lo que se quería revelar». Según explicó, se buscaba «llamar la atención sobre la inseguridad alimentaria aguda de algunas poblaciones en el territorio, principalmente en el tema de migrantes venezolanos».

Precisamente, la no inclusión de Venezuela en el mapa del informe de los países con riesgo de inseguridad alimentaria fue una de las quejas de Bogotá ante el organismo. La canciller calificó de «francamente curioso» que Colombia apareciera en el informe «en claro contraste con el silencio respecto de otros países de la región de los cuales se conoce suficientemente su precariedad institucional», recoge El Espectador.

Sin embargo, Bojanic dijo que el mapa que se presentó «no ayudó mucho» porque se había hecho parecer «que Colombia está en igual situación que otros países que están en una situación de inseguridad crónica».

En su opinión, «una cosa es tener un problema de seguridad alimentaria aguda en un grupo poblacional y otra es pensar que el país esté afectado por una situación de deterioro».

Durante la presentación de sus excusas, el representante del organismo de la ONU reconoció «los grandes esfuerzos del Gobierno colombiano en materia de seguridad alimentaria«, además de «los recursos que han sido comprometidos para ello» y el esfuerzo que realiza la FAO junto al Programa Mundial de Alimentos y otras agencias del sistema de Naciones Unidas en ese país.

¿Cómo reaccionó Colombia?

El Gobierno colombiano previamente había enviado a las oficinas de la FAO en Roma su rechazo al informe.

La vicepresidenta había afirmado que lo plasmado no correspondía a la realidad en seguridad alimentaria y que se desconocían «logros evidentes» que habían sido «reconocidos por organismos internacionales y agencias del mismo sistema de la ONU, incluida la FAO».

Del mismo modo, lamentó que el texto no hubiera sido «socializado» con el Gobierno de su país «para retroalimentar y complementar la información».

Otros puntos del informe

Si bien en el informe difundido el pasado 27 de enero se habla de la situación que ha generado la presencia de migrantes venezolanos en el país, también se afirma que «es probable» que la seguridad alimentaria en Colombia sufra un mayor «deterioro» debido a «una combinación de inestabilidad política, retos económicos y el impacto actual de la crisis migratoria regional amplificada por los desplazamientos internos».

También se hace referencia al incumplimiento de los acuerdos de paz establecidos entre el Gobierno y las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), a la violencia entre los grupos armados ilegales, al descontento social, que fue expresado en las manifestaciones antigubernamentales de 2019 y 2021, y a las cifras de desempleo, que en octubre de 2021 llegaron a 11 %.

En el estudio se asevera que en el 2022, según el Panorama de Necesidades Humanitarias, 7,3 millones de

colombianos padecerán inseguridad alimentaria y necesitaran asistencia. Del mismo modo, aproximadamente el 64 % de venezolanos presentes en Colombia, lo que correspondería a 1,1 millones de personas según cifras de la ONU, también se encontrarán en la misma situación.