Mujer simula su muerte y contrata servicios fúnebres
Si hay alguien que no le teme a la muerte es la dominicana Mayra Alonso. Tanto es así que la mujer de 59 años “celebró” su propio funeral en vida.
Alonso fingió su muerte y hasta pagó por los gastos fúnebres para así “disfrutar” de su propio velorio, según el reporte de Listín Diario en la isla caribeña.
La fantasía de una mujer
La fantasía de Alonso era sentirse muerta en vida por lo que no escatimó en gastos para pagar por todos los preparativos del velorio que se realizó en el sector de Matanza, al suroeste de la ciudad de Santiago.
La ceremonia, a la que asistieron familiares y amigos, se realizó el pasado viernes en la residencia de Alonso.
La mujer rentó un ataúd y llegó a su residencia en el vecindario Laguna Prieta en el municipio Puñal en un carro fúnebre.
Alonso se acostó en el ataúd vestida con una bata blanca, una corana y hasta algodones en la nariz. Además su rostro fue pintado como suelen hacer con algunos difuntos.
Feliz de compartir con sus familiares
“Me siento feliz porque estoy compartiendo con toda mi gente porque este era mi mayor deseo porque este COVID hay que darle gracias a Dios que nos dejó vivas…”, expresó la mujer según citada por Al Rojo Vivo.
“Y si yo muero mañana, no quiero que me hagan nada, porque yo me lo estoy haciendo en vivo”, planteó Alonso que en ningún momento se le vio con mascarilla.
Los presentes entonaron cantos de despedida algunos con alegorías religiosas como: “Qué detalle Señor has tenido conmigo” y “No llores por mí”.
Comida a cambio de simular dolor
A los participantes del falso velorio, se les brindó café, jugo y comida. A cambio debían simular que sufrían con la despedida de Alonso.
“Esto nada más se ve en RD, vea”, se le escucha decir a un invitado al velorio en uno de los videos de la ceremonia que circula en redes.
De fondo se aprecia cuando otros asistentes cierran el ataúd blanco.
“Ay, Dios mío”, “Ay no, no se la lleve hermano, no se la lleve”, son otras de las expresiones de los presentes mientras rodean la caja fúnebre y toman fotos.
Mil dólares para cumplir su deseo
En otro momento, se ve al grupo moviendo el ataúd de un lado a otro, mientras la mujer permanece con los ojos cerrados.
Después de cumplir su deseo mortuorio que le costó unos 60,000 pesos (unos $1,000 dólares), la dominicana manifestó a los asistentes que es mejor que no se mueran ahora porque en el ataúd hace mucho calor y es muy solitario.
Este inusual caso llamó la atención de medios como Noticiero Telenord que hizo un editorial titulado “Los muertos vivos”.