Muere una polaca embarazada de gemelos que se vio obligada a llevar un feto muerto en el útero durante una semana debido a la estricta ley del aborto

Una mujer de 37 años y madre de 3 hijos murió este 25 de enero en un hospital de Polonia, donde ingresó tras encontrarse mal durante su embarazo de gemelos. La familia de la fallecida, que fue identificada como Agnieszka T., difundió su historia en las redes sociales en búsqueda de justicia, ya que aseguran que la tragedia se debe a qué los médicos no extrajeron a tiempo a los fetos muertos de su vientre.

«Hacemos un llamado a la justicia y compensación por la muerte de nuestra fallecida esposa, madre, hermana y amiga. Esta es otra prueba de que los gobiernos reinantes tienen las manos manchadas de sangre«, reza la publicación que no solo explica lo que le pasó a la mujer, sino que muestra un video que fue grabado días antes de que falleciera.

«¿Quién es el sujeto criminal en este momento? ¿Quién es el responsable de este daño? ¿El hospital? ¿La Corte Constitucional? ¿Los diputados votando por la ley antiaborto en Polonia?«, se pregunta la familia.

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Su muerte desencadenó una serie de protestas en toda Polonia. En Varsovia ciudadanos colocaron coronas de flores y faroles en su memorial y se reunieron ante el Tribunal Constitucional para encender velas y mostrar su repudio a la prohibición casi total del aborto. En los próximos días se planean manifestaciones en su ciudad natal, Czestochowa, y bloqueos de carreteras en el país.

«Seguimos protestando para que nadie más muera», comunicó Marta Lempart, organizadora de las protestas. «La prohibición polaca del aborto mata. Otra persona ha fallecido porque no se realizó a tiempo el procedimiento médico necesario».

¿Qué le pasó a Agnieszka?

El comunicado explica que Agnieszka T. se encontraba en el primer trimestre de embarazo de gemelos cuando fue hospitalizada el pasado 21 de diciembre en un hospital de la ciudad de Czestochowa con dolor abdominal y vómitos. En aquel momento, los médicos afirmaron que sus molestias podían atribuirse a su embarazo múltiple.

Sin embargo, se estado de salud se deterioró y dos días después, el 23 de diciembre, se constató la muerte de uno de los fetos, cuya extracción no se permitió debido a la estricta ley del aborto que rige en el país. La mujer pasó siete días con el bebé muerto en su vientre, hasta que el otro gemelo también acabó falleciendo el día 29. No obstante, «la extracción manual» de los fetos no se llevó a cabo hasta dos días después, el 31 de diciembre.

«Durante todo este tiempo, los cuerpos en descomposición de los hijos no nacidos quedaron allí«, denuncia la familia, convencida de que Agnieszka acabó desarrollando sepsis. «Juzgamos por los resultados, porque cuando ingresó en el hospital, el examen CRP [proteína C-reactiva, que muestra el nivel de inflamación del cuerpo] mostró 7 unidades, el día antes de su muerte, ya eran 157.31H (norma 5), ​​sin embargo, la información sobre la sepsis no está en los documentos», reza la publicación. Los parientes de la mujer revelaron que sus funciones vitales empeoraron hasta tal punto que acabó en un estado «vegetal».

La familia asegura que en el hospital «se ocultaron muchas cosas» y se le denegó acceso a los registros médicos a falta de una autorización de la paciente, quien ya no se encontraba en condiciones de firmarla. De acuerdo a la publicación, los médicos incluso insinuaron que el estado de Agnieszka se debía a una dieta inadecuada, concretamente al consumo de carne cruda.

Unas semanas después, el 23 de enero, la paciente sufrió un paro cardíaco y se le practicó con éxito la reanimación. Sin embargo, al día siguiente, el estado de Agnieszka indicaba agonía y la mayoría de sus órganos dejaron de funcionar. La mujer fue trasladada a otro hospital en la ciudad de Blachownia, donde finalmente falleció el 25 de enero de 2022.

La postura del hospital

Por su parte, el hospital donde ingresó la mujer inicialmente, emitió un comunicado en el que admite que tras la pérdida del primer feto «se adoptó una posición de espera, debido al hecho de que existía la posibilidad de salvar al segundo niño«.

Sin embargo, cuando este también falleció a pesar de los esfuerzos médicos, «la decisión de interrumpir el embarazo se tomó de inmediato». «Se realizó la inducción farmacológica y mecánica del aborto, que duró dos días», afirmó la gerencia.

La institución asegura que durante el ingreso, los especialistas llevaron a cabo «muchos procedimientos médicos» para ayudar a la paciente. «Se realizaron consultas hematológicas, psiquiátricas, quirúrgicas, psicológicas, gastroenterológicas y neurológicas», a la vez que se hicieron varias pruebas PCR, de las cuales una resultó positiva.

«Se realizaron una serie de estudios posteriores, con base en los cuales se encontraron las características de una embolia pulmonar y los cambios inflamatorios», aseguró el hospital, agregando que se tomaron todas las medidas posibles para salvar la vida de la paciente y mantenerla en contacto con su familia, a pesar de las restricciones por covid-19.

¿Qué dice la Fiscalía?

El portavoz de prensa de la Fiscalía del Distrito de Czestochowa, Tomasz Ozimek, informó que el 26 de enero se inició una investigación por el riesgo directo de pérdida de la vida y un posible caso de homicidio involuntario.

«La investigación cubre el período de diciembre de 2021 a enero de 2022 en dos hospitales de Czestochowa y el hospital de Blachownia», comunicó, agregando que se le realizará una autopsia al cuerpo de la mujer para determinar la causa de su muerte.

¿En qué consiste la ley antiaborto?

La nueva ley de aborto, que aprobó el año pasado el Tribunal Constitucional, excluye la posibilidad de interrumpir el embarazo cuando el feto presente malformaciones, supuesto que comprende casi la totalidad de los abortos legales que se producían en el país.

La nueva legislación prevé que este tipo de intervención médica solo sea legal en caso de una gestación producto de una violación, incesto o en caso de que ponga en peligro la vida de la madre. Por su parte, los activistas por los derechos de las mujeres señalan que, con la nueva ley, los médicos esperan a que el feto sin posibilidad de supervivencia directamente muera en el útero de la madre.