Michelle Bachelet advierte que el trato de los talibanes a las mujeres será «una línea roja fundamental»
La postura de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU (ACNUDH) hacia los talibanes* dependerá de su compromiso con promesas previas de respetar los derechos humanos, dijo este martes la jefa de la organización, Michelle Bachelet.
«Una línea roja fundamental será el trato de los talibanes a las mujeres y las niñas y el respeto de sus derechos a la libertad, el movimiento libre, la educación, la autoexpresión y el empleo», pronunció durante una sesión especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre Afganistán.
En particular, la alta comisionada resaltó la necesidad de que las niñas accedan a la educación secundaria e indicó que «el Gobierno debe seguir siendo inclusivo, con una participación significativa de mujeres y representantes de las diversas comunidades de Afganistán».
Asimismo, Bachelet advirtió contra represalias y sanciones contra defensores de derechos humanos, al tiempo que exigió «acceso abierto para la asistencia humanitaria y la protección de todo el personal humanitario».
Entre 1996 y 2001, la última vez que los talibanes ostentaban el poder bajo el así denominado Emirato Islámico de Afganistán, las mujeres fueron privadas de muchos de sus derechos, siendo obligadas a confinarse en sus casas.
Sin embargo, el 15 de agosto un representante de los talibanes prometió respetar los derechos de las mujeres y aseguró que no se las apartará de la educación o el trabajo. El pasado martes, Zabihullah Mujahid, vocero del movimiento, confirmó que los insurgentes se comprometen a respetar las creencias religiosas y los valores espirituales de todo el pueblo afgano.
El mismo día, Enamullah Samangani, miembro de la comisión cultural de los talibanes, instó a las mujeres afganas a participar en el nuevo Gobierno. «El Emirato Islámico no quiere que las mujeres sean víctimas. Ellas deberían estar en la estructura del Gobierno en concordancia con las leyes de la sharía», dijo.
* El movimiento talibán, designado como «organización terrorista» por el Consejo de Seguridad de la ONU, está declarado como grupo terrorista y prohibido en Rusia.