Medellín celebra los 90 años de Botero, el artista que ilumina a Colombia

Con arte, flores y música, Medellín celebró este martes los 90 años del pintor y escultor colombiano Fernando Botero.

Uno de los artistas más importantes del siglo XX, como un gesto de gratitud por iluminar con sus obras a una ciudad que estuvo en tinieblas.

En el Museo de Antioquia se llevó a cabo un homenaje que el maestro pudo seguir junto a su familia desde Montecarlo (Mónaco).

Tuvo a sus voluptuosas esculturas como anfitrionas y a la inauguración de la exposición «Botero 90 años» como momento cumbre del festejo.

«El maestro Fernando Botero no solamente ha sido para Medellín un artista vital, hijo de esta tierra, sino que también ha sido un gestor y un visionario», expresó la directora del Museo de Antioquia, María del Rosario Escobar, quien agregó: «Le debemos la mejor cara de Colombia».

En el Museo de Antioquia cuenta con 189 obras de Botero, 187 de las cuales fueron donadas por él mismo.

Hubo discursos de reconocimiento y un coloquio sobre su vida y obra para celebrar su cumpleaños número 90.

Entre el público, espontáneos agitaron ramos de flores, aplaudieron y gritaron en coro: «Gracias, maestro».

Escobar indicó que para este aniversario estuvieron «bastante activos en recordar y en mantener activa la memoria y la presencia del maestro» en el museo y en la ciudad.

«Siempre ha sido un colombiano muy unido a su terruño; es el más colombiano de todos a pesar de que no vive en Medellín desde 1960 prácticamente, pero está atento a las noticias y conectado con nosotros», afirmó.

UN MAESTRO CONMOVIDO

Sobre la reacción de Botero ante los homenajes, Escobar comentó que está «complemente conmovido» y aunque lleva tres años sin moverse de Europa por la pandemia, «sabemos que siente muchísima nostalgia de su tierra».

Por su parte, el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, resaltó la generosidad y la sencillez del pintor y escultor.

«El ser humano tiene la misma dimensión inmensa que la del artista», afirmó el gobernador.

EXPOSICIÓN Y COMPOSICIONES MUSICALES

En la exposición «Botero 90 años», según explicó el curador Camilo Castaño, se muestra a través de las donaciones hechas al museo y a Medellín entre 1974 y 2012 la evolución y los cambios en su obra con momentos que evocan el camino que transitó para llegar al estilo que lo caracteriza: la monumentalidad y el volumen.

La sala cuenta con tres partes.

La primera muestra al «joven Botero» y la búsqueda del estilo, con tres piezas que son fundamentales: «Paisaje de Fiesole» (1954), «La Monalisa niña» (1961) y «El obispo Negro» (1963).

Alrededor de obras de artistas como Wifredo Lam y Rufino Tamayo, «compañeros en esa búsqueda del estilo para Botero».

En la segunda parte está el «Botero consolidado» y está integrada por muchas obras que estaban en las bodegas del museo.

El tercer espacio tiene a las últimas donaciones, en especial cuadros de la serie «Viacrucis» y otras que evocan la violencia en Colombia.

Castaño explicó en un coloquio que en el museo, como una forma de «activar sentidos», hay obras del Botero que se vinculan a través de la tragedia, del dolor, de la tortura con la contemporaneidad, «con esa violencia desafortunada e insistente de este país».

Además de la exposición, el homenaje incluyó una visita al mural «Escena con jinete», el fresco más grande de Botero.

Para complementar la programación se proyectó el documental «Botero, una mirada íntima a la vida y la obra del maestro».

La Orquesta Filarmónica de Medellín elevó el homenaje con la «Suite Botero».