Una masiva marcha encabezada por partidos políticos evangélicos y cristianos exigió este domingo al presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, que no firme una norma técnica para regular el aborto terapéutico, cuyo contenido no ha sido divulgado por el Gobierno.

Al ritmo de música cristiana y de consignas como «¡Sí a la vida!» y «Ni se le ocurra firmar», los manifestantes, que se denominan provida, caminaron por la Avenida Segunda y el Paseo Colón, las principales vías de la capital costarricense.

En la multitud había desde diputados de partidos cristianos y evangélicos, hasta monjas y sacerdotes católicos, que se unieron para expresar su rechazo al aborto en general, pero especialmente a la norma técnica del aborto terapéutico, a pesar de que su contenido se desconoce.

En Costa Rica el único aborto legal en el Código Penal (desde el año 1970) es el que se practica cuando corre peligro la vida o la salud de la mujer, pero grupos feministas y defensores de derechos humanos aseguran que existe un vacío de reglamentación que hace que sea muy difícil su aplicación.

Ante esta situación, el presidente Carlos Alvarado, del centroizquierdista Partido Acción Ciudadana (PAC) prometió en campaña firmar la norma técnica que clarifique los casos en los que se puede o debe llevar a cabo un aborto terapéutico. El mandatario ha dicho en reiteradas ocasiones que será en 2019 cuando firme la norma técnica, pero no ha dado una fecha precisa.

«Sería un acto inconstitucional la firma de la norma técnica. Hay gente que quiere darle a esto un matiz solo religioso, y sí, hay gente que se opone por sus principios morales y religiosos, pero también los mismos médicos han levantado su voz», aseguró el exdiputado y excandidato presidencial Fabricio Alvarado, un pastor evangélico que perdió en segunda ronda contra el actual mandatario en las elecciones de 2018.

Por su parte, Carmen Chan, diputada del bloque Nueva República, partido de Fabricio Alvarado, aseguró que si el presidente firma la norma técnica estaría «pisoteando al pueblo» y le emplazó a darle prioridad a otros asuntos como la mejora de la infraestructura y de los servicios de salud.

Desde inicios de año, cuando el presidente Alvarado anunció que iba a firmar la norma técnica, los numerosos diputados cristianos y evangélicos del Congreso, así como la Iglesia católica, han ejercido presión para evitar la firma a pesar de que desconocen su contenido.

Estos grupos religiosos y políticos aseguran que con la norma técnica se «abrirá la puerta» a otros tipos de aborto, lo que consideran inconstitucional.

La diputada Ivonne Acuña, del evangélico bloque Nueva República, presentó un proyecto de ley para modificar el artículo 121 del Código Penal y restringir el aborto terapéutico a únicamente los casos en los que peligra la vida de la madre, excluyendo así los casos en los que corre riesgo la salud de la mujer.

El Gobierno asegura que la norma técnica no puede ir más allá de lo que establece el código penal, y que lo que hará es brindar seguridad jurídica y claridad sobre los casos en los que se debe aplicar el aborto terapéutico.

Fuente: EFE