Maradona recibe alta médica y abandona clínica
Diego Armando Maradona recibió el alta médica y abandonó el miércoles la clínica de Buenos Aires, ocho días después de someterse a una operación de un edema craneal.
El exastro, de 60 años, salió de la clínica Olivos, situada en el suburbio del mismo nombre al norte de la capital, a bordo de una ambulancia, según imágenes difundidas por la televisión local.
Un rato antes su médico personal, Leopoldo Luque, confirmó a periodistas que él mismo había firmado el alta médica de la leyenda del fútbol mundial.
Maradona fue operado el martes 3 de noviembre de un edema craneal que se le detectó un día antes cuando había sido internado en otra clínica por una descompensación que le había provocado la ingestión de psicofármacos y bebidas alcohólicas.
El ex capitán de la selección argentina campeón del mundo en 1986 fue trasladado al barrio cerrado San Andrés, en el norte de Buenos Aires. Allí rentó una vivienda donde continuará la recuperación bajo la custodia de su familia y médicos.
Un video casero difundido por el canal local Todo Noticias captó la llegada del ex jugador a su nueva residencia. Varios niños en bicicleta y otros a pie le dieron la bienvenida al grito de “Maradona, Maradona”.
Se cierra así, al menos por ahora, otro episodio traumático en la salud de la leyenda del fútbol mundial que tuvo en vilo a sus fanáticos durante poco más de una semana.
Más temprano, su abogado Matías Morla había dicho que Pero Morla que el actual entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata quizá ha sufrido su momento “más duro” en referencia al edema del que fue operado que, según dijo, “pudo haberle quitado la vida”.
“Lo que hace falta ahora es la unión de la familia y estar rodeado de profesionales de la salud”, señaló Morla.
En los últimos días las inmediaciones del centro médico se llenaron de decenas de hinchas de Gimnasia y admiradores de Maradona que le manifestaron su apoyo con carteles que rezaban “Fuerza Diego” o “Diego, si vos estás bien nosotros estamos bien”.
Alfredo Rodríguez, de 77 años, quien aguardaba cerca de la clínica noticias sobre la posible salida de su ídolo, dijo a The Associated Press que quería homenajear al Diez con una poesía en la que describe uno de los goles que el jugador marcó ante Inglaterra en el Mundial de México 1986.
“Saliste de en medio igual que un cometa eludiendo ingleses a pura gambeta; el que te marcaba con gran desconsuelo miraba tu magia allá desde el suelo; ya frente al arquero frenaste tus pasos haciendo un golazo sublime y genial”, recitó Rodríguez, quien dijo haber estado muy triste por el tropiezo de salud del que considera el mejor futbolista argentino de todos los tiempos.
Al explicar quién va a cuidar al exfutbolista, Morla señaló “va a haber un listado… para todas las personas y parientes autorizados y Maradona manda y decide a quién quiere ver”.
El abogado señaló que sus allegados y familiares deben dejar de lado las rencillas entre sí y con el propio exfutbolista, que suelen verse reflejadas en las redes sociales.
“Más allá de que sea Maradona o Pérez, acá la situación está clara: estar en paz con tus parientes… que se respeten entre ellos, que se puedan coordinar las visitas, porque en este caso que Diego tiene que rehabilitarse… hay que darle paz y darle unión”, sostuvo Morla.
De acuerdo con el neurocirujano Luque, médico personal de Maradona, la combinación de las bebidas alcohólicas y los psicofármacos que el Diez toma habitualmente desequilibró su organismo y determinó su internación el 2 de noviembre.
Durante la internación una tomografía detectó un hematoma subdural, la acumulación de sangre entre la corteza cerebral y la membrana que se encuentra adherida a la parte interior del cráneo, algo generalmente provocado por un golpe en la cabeza.
La cirugía consistió en practicar un pequeño orificio en el cráneo para drenar el líquido acumulado.
El ex astro del fútbol ha sufrido a lo largo de su vida distintos problemas de salud derivados en gran parte de su adicción a las drogas, especialmente la cocaína. Tras su retiro estuvo al borde la muerte en 2000 y 2004.
Si bien Maradona dejó de consumir drogas, lo hizo a costa de un tratamiento con varios psicofármacos que continúa.
El exfutbolista seguirá bajo los cuidados de Luque y de un equipo de psicólogos y psiquiatras.