Los vecinos del Complexo do Salgueiro, una favela en la zona metropolitana de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, encontraron este lunes al menos ocho cadáveres en un manglar tras una operación policial que tuvo lugar este fin de semana después de la muerte de un agente.

La Policía explicó que, el sábado, el sargento Leandro Rumbelsperger da Silva, de 38 años, murió tras ser disparado cuando patrullaba en el Complexo do Salgueiro. El Batallón de Operaciones Especiales (Bope) se movilizó hasta la favela, dominada por narcotraficantes, y se desencadenó un enfrentamiento.

«Después de la muerte del sargento, el Bope fue hasta el lugar. Hubo varios enfrentamientos durante el fin de semana en la zona de manglares. Se incautaron diversos materiales utilizados en el combate. Deducimos que hubo numerosos heridos entre policías y narcotraficantes», explicó Ivan Blaz, portavoz de la Policía Militar (PM).

Los residentes de la favela dijeron a G1 que fue «una masacre» y que las madres de las víctimas entraron en el manglar para rescatar los cuerpos de sus hijos.

«Todos los cuerpos fueron arrojados al manglar con señales de tortura. Tirados unos encima de otros», comentó una persona.

Prohibición de operaciones

Nadine Borges, vicepresidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Orden de Abogados de Brasil, aseguró que «la Policía no informó al Ministerio Público» que iba a entrar en la comunidad, por lo que no cumplió la decisión de la Corte Suprema que en junio prohibió las operaciones en las favelas durante la pandemia, limitándolas solo a casos excepcionales.

«Hay relatos de señales de tortura en los cadáveres encontrados. La comisión acompañará, junto con otras entidades, otra matanza en Río de Janeiro, incluso con la prohibición de las operaciones», destacó.

Por el momento, la PM informó que envió dos vehículos blindados a la favela y garantizará que se realice el informe pericial.

El defensor del Pueblo, Rodrigo Baptista Pacheco, comunicó en las redes sociales que un equipo se trasladará este lunes hasta la favela para atender a las familias.

En mayo, una operación policial en la favela Jacarezinho, también en Río de Janeiro, terminó con 28 personas muertas y fue considerada la más letal de la historia de la región metropolitana.