Los criadores de cerdos alemanes pierden 1.500 millones de euros por el doble golpe del covid-19 y la peste porcina
Los criadores de cerdos de Alemania insisten en que la existencia de la industria depende de la ayuda gubernamental, que consideran insuficiente, a raíz del drástico descenso del consumo de carne de cerdo como consecuencia de la crisis del coronavirus y varios casos de peste porcina.
Según los datos de la asociación nacional de criadores de cerdos (ISN) basados en los precios del mercado las medidas para contener el brote de coronavirus por sí solas le han costado al sector unos 1.300 millones de euros (unos 1.500 millones de dólares). El ente evalúa las pérdidas de los ganaderos alemanes en alrededor de 60 euros (71 dólares) por animal desde marzo.
Asimismo, la peste porcina africana agregó presión sobre los granjeros, lo que redujo aún más sus ingresos. El ISN señala que las pérdidas ascendieron a 1.500 millones de euros (1.800 millones de dólares).
El director gerente del ISN, Torsten Staack, destacó que el sector necesita medidas de apoyo similares a las que recibe la restauración. Mientras los precios están en los niveles mínimos de varios meses, es poco probable que los ganaderos puedan hacer frente a la crisis sin la ayuda del Gobierno, enfatizó.
«Si los políticos no actúan ahora muchas empresas familiares tendrán que abandonar la cría de cerdos», indicó Staack en un comunicado, y añadió que esto tendría «consecuencias de gran alcance tanto para regiones enteras del país como para el suministro de carne de cerdo a nivel nacional».
El sector ganadero alemán se vio muy afectado por las restricciones del coronavirus, que llevaron a una reducción de los pedidos de restaurantes, y también obligaron a los mataderos a disminuir las cantidades de carne producida. Esto provocó una acumulación de cerdos en las granjas alemanas, y se teme que el excedente supere el millón a finales de año.
La prohibición de China a las importaciones alemanas debido a la peste porcina registrada en el país europeo en septiembre se ha convertido en otro golpe para el sector, puesto que el país asiático es el principal consumidor de carne de cerdo del mundo.