Una manifestación de agricultores y ganaderos recorre este martes la ciudad de Toledo, capital de la región de Castilla-La Mancha, para reclamar precios justos para sus productos y «por el futuro de la agricultura y la ganadería», como rezaba uno de sus lemas. Además, durante la mañana, han cortado una carretera nacional en Albacete (otra capital de provincia del territorio) a modo de protesta.

Asimismo, mientras mantienen sus movilizaciones, las organizaciones agrarias se están reuniendo con el Gobierno para intentar solucionar los problemas del sector.

Denuncian que sus costes de producción han aumentado desproporcionadamente, en parte por la subida del salario mínimo (SMI) que ha aprobado el Consejo de Ministros, que lo ha fijado en 950 euros al mes, con un incremento de 50 euros. Asimismo, se quejan también de la presión de la gran distribución y piden estudios de precios, costes y márgenes.

Pero los problemas no acaban ahí y son múltiples y complejos: la caída de los precios de la fruta y el aceite en este ejercicio, los aranceles estadounidenses a productos como el aceite o el queso o los anunciados recortes de la Unión Europea (UE) para la Política Agraria Común (PAC) son otros de los obstáculos que enfrentan.

El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha dicho que los agricultores y ganaderos «están pidiendo respeto y comprensión», aunque también sostiene que «la solución no es fácil», porque «hay muchas partes implicadas», aunque descarta que la subida del SMI sea un «elemento clave» y defiende que «afecta de una forma mínima al sector agrario».

En la manifestación de Toledo han participado agricultores que se han desplazado desde otros puntos de Castilla-La Mancha en autobuses. En total, alrededor de 5.000 manifestantes y decenas de tractores han recorrido las calles de la ciudad.