Lecciones Financieras de la Pandemia
Lecciones financieras de la pandemia – consejos. Toda crisis es una oportunidad de aprendizaje. La pandemia ha sido inesperada y dolorosa, pero también útil para reflexionar y tomar acciones que nos lleven a estar mejor preparados.
Lecciones financieras de la pandemia
- Construye un fondo de emergencia. El fondo de emergencia no es una inversión. No es dinero que se multiplica con altas tasas de rendimiento sino que está guardado -pero disponible- en una cuenta de ahorros normal o programado.
Es una forma de seguro financiero. En momentos de incertidumbre, reduce el estrés y te permite continuar por un tiempo con tus gastos y compromisos financieros.
Haz un plan y empieza a ahorrar. Guarda 10% de tus ingresos en cuanto los recibes. Si no es posible, fija una cantidad y guárdala todos los meses. Debe ser tu primer gasto, el más importante. Procura tener disponible, al menos, el equivalente a dos meses de ingresos.
- Toma el control de tus deudas. Se recomienda que los gastos no básicos y deudas no superen 40% de los ingresos, ya que frente a un imprevisto no tendrás capacidad para cumplir tus obligaciones. Además, el no pago genera costos adicionales por interés de mora y gestión de cobranza.
Antes de adquirir una nueva deuda o si necesitas refinanciar un préstamo que ya tienes, conoce tu capacidad de pago utilizando esta calculadora.
- Haz un presupuesto. En tiempos de crisis, es muy importante saber en qué gastas cada dólar. Anota todo lo que pagas al centavo, sea en efectivo, con tarjeta, transferencia, etc. Así sabrás qué puedes recortar o eliminar. Apóyate en este planificador para asegurar que no gastas más de lo que ganas y que tus presupuesto cubra primero tus gastos básicos.
- No tomes decisiones que te perjudiquen. Afrontar gastos médicos por Covid-19 o perder el empleo, pueden hacerte tomar decisiones para aliviar la incertidumbre del momento. Sin embargo, no pierdas de vista el largo plazo. Vender activos, por ejemplo, no siempre será lo mejor porque los precios bajan en estas circunstancias. Más bien, oblígate a replantear cómo y en qué gastas el dinero, cómo gastar menos y ahorrar más.