Un alpinista ha podido quedarse con parte de las joyas que encontró en 2013 en un glaciar francés, donde estuvieron enterradas durante décadas después de que el avión que las transportaba se accidentara en la zona, informa The Guardian.

El montañista halló en el Mont Blanc, en los Alpes, una caja que contenía esmeraldas, rubíes y zafiros, y consideró que lo correcto era entregarla a la Policía.

Ahora las piedras preciosas han sido repartidas en dos partes iguales de unos 150.000 euros (169.000 dólares) entre las autoridades y el autor del hallazgo, indicó el alcalde de la ciudad francesa de Chamonix, Éric Fournier, que está «muy contento» de que los acontecimientos hayan tenido este desenlace. Fournier elogió al alpinista por su «honestidad», ya que en lugar de quedarse con las piedras preciosas de manera ilegal decidió entregarlas a la Policía.

Dos aviones de Air India se estrellaron en el Mont Blanc en 1950 y en 1966. A lo largo de los años, los escaladores han encontrado regularmente en la zona chatarra, equipajes e incluso restos humanos procedentes de los aviones. Las autoridades creen que las piedras preciosas iban en un vuelo que en 1966 viajaba de Bombay a Nueva York.