«Las mujeres deben ser inteligentes en la calle»: Un jefe de policía británico renuncia tras comentarios sobre el asesinato de Sarah Everard

El jefe de la Policía de Yorkshire del Norte (Reino Unido), Philip Allott, renunció este jueves tras comentar que «las mujeres deben ser inteligentes en la calle», refiriéndose al asesinato de Sarah Everard a manos de un agente.

Anteriormente, el oficial declaró a BBC Radio York que las mujeres deben saber «cuándo pueden ser detenidas y cuándo no», durante una conversación sobre lo sucedido con el agente de la policía metropolitana Wayne Couzens, quien aprovechó su autoridad para cometer el crimen que conmocionó a la sociedad británica el pasado mes de marzo y reavivó el debate nacional sobre la inseguridad de las mujeres en las calles londinenses.

Los comentarios del funcionario provocaron cientos de quejas a la emisora de radio y al Panel de Policía y Crimen.

Allott presentó su renuncia con una carta abierta, en la que afirma que había «intentado recuperar la confianza» en su trabajo, tras disculparse expresando que «se equivocó» y que los comentarios «no reflejan su opinión».

«Me expresé mal y estoy desolado por el efecto que esto ha tenido en las víctimas de la delincuencia y en los grupos que las apoyan, pero tras la reunión del panel me parece claro que la tarea será excepcionalmente difícil, si es que es posible», escribió.

Sin embargo, menciona que para restaurar esa confianza necesitaría «mucho tiempo y muchos recursos» que las víctimas no tienen. «Por eso hago lo más honorable y dimito como comisario de Policía, Incendios y Delitos, para restablecer la confianza en el cargo, que creo que me será casi imposible, y para permitir que las voces de las víctimas se escuchen claramente sin la distracción del continuo furor que me rodea», expresó.

Couzens detuvo falsamente a Sarah Everard, una ejecutiva de marketing de 33 años, alegando que estaba infringiendo las normas del bloqueo, por lo que la esposó y la introdujo en un vehículo que había rentado para cometer el crimen. Luego, la llevó a lugares remotos de Kent, donde la violó y asesinó antes de quemar su cuerpo y arrojar sus restos en el estanque de una zona boscosa.

En julio, el agente se declaró culpable del asesinato, secuestro y violación de Everard y, en septiembre, fue sentenciado a cadena perpetua.