Las emisiones de carbono de EE.UU. causaron casi 2 billones de dólares en pérdidas a otros países entre 1990 y 2014

Las emisiones de carbono producidas por Estados Unidos entre 1990 y 2014 han sido causa de más de 1,9 billones de dólares en daños para otras naciones, principalmente países en vías de desarrollo, sostiene una investigación realizada por especialistas del Dartmouth College (EE.UU.).

De acuerdo con ese estudio, publicado este martes en la revista Climatic Change, la gran cantidad de gases de efecto invernadero producida por el país norteamericano durante dicho periodo ha causado oleadas de calor, pérdida de cosechas y graves consecuencias económicas para otras naciones.

Según señalan los académicos, EE.UU., China, Rusia, India y Brasil, los países que más carbono emiten a la atmósfera, son responsables desde 1990 de pérdidas económicas que, estiman, ascienden a seis billones de dólares, cifra que representa aproximadamente el 11 % del PIB mundial.

Los 10 países que más emisiones de carbono producen, calculan los expertos, causan alrededor de 67 % de las pérdidas económicas relacionadas con la degradación ambiental y el cambio climático, mientras que obtienen 70 % de los beneficios económicos de las actividades que causan los contaminantes.

Los cambios medios del PIB en cada país atribuibles a las emisiones de EE.UU. entre 1990-2014Callahan & Mankin

En este sentido, exponen los científicos, Estados Unidos, causante del 16,5 % de las pérdidas económicas, ha obtenido 18 % de los beneficios. Este patrón se repite en todos los países con altas emisiones contaminantes, que, a pesar de ser los responsables de la mayor parte de los daños ecológicos mundiales, son los que menos experimentan el sufrimiento económico resultante de la emisión de contaminantes, asegura el estudio.

De tal modo, a manera de ejemplo, mientras que las emisiones de Estados Unidos costaron a México unos 80.000 millones de dólares en pérdidas entre 1990-2014, el impacto en Canadá fue el contrario, resultando en una ganancia de 247.000 millones de dólares.

Para calcular las afectaciones, los investigadores combinaron registros climáticos históricos con modelos similares e información económica, con lo que consiguieron relacionar empíricamente la relación entre temperatura y crecimiento desde una perspectiva puramente financiera. Sin embargo, no consideraron las externalidades ambientales, como la pérdida de biodiversidad, la degradación ecosistémica, la sobreexplotación de recursos, por lo que los daños causados por los países más contaminantes podrían ser mucho más devastadores que los estimados.