Las cuatro líneas de investigación que desarrollan los científicos venezolanos para hacer frente al coronavirus
En medio de la pandemia del coronavirus, los científicos venezolanos impulsan varios proyectos para el estudio y control del virus en el país suramericano, a través de cuatro líneas fundamentales de investigación.
Las prioridades de estudio consisten en caracterizar los posibles principios activos, anticuerpos, neutralizantes y compuestos sintéticos para luchar contra el virus; identificar a profundidad las cepas que circulan en el país; desarrollar métodos diagnósticos que optimicen el tiempo y la precisión de los resultados; y estudiar los marcadores biológicos asociados a la susceptibilidad de la población venezolana al contagio con covid-19.
«Buscamos determinar si el virus se expresa más o menos en pacientes asintomáticos que en aquellos que presentan síntomas, o los factores que pueden dar rapidez o alterar el curso de la infección«, explica a RT el investigador del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) y doctor en virología Héctor Rangel.
Detrás de las investigaciones se encuentran expertos de la Universidad Central de Venezuela (UCV), la Universidad de Los Andes (ULA), el IVIC, y el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel (INHRR) donde, además, se lograron producir nuevos medios de transporte viral para trasladar las muestras nasofaríngeas de forma segura «sin depender de importaciones de EE.UU. y Europa».
Estudios en marcha
Rangel explica que cada uno de los centros de investigación está abocado a una tarea particular. Por ejemplo, en la Facultad de Farmacia de la UCV hay especialistas con amplia experiencia en la producción de sueros antiofídicos y antiescorpiónicos, que actualmenteestán trabajando en la elaboración de sueros que ataquen una proteína en particular del virus.
«Ya están inoculando caballos para producir anticuerpos de tipo neutralizante, que puedan eventualmente bloquear la entrada del virus a las células de las personas», detalló Rangel.
Asimismo, existe un grupo de expertos del Instituto de Inmunología de la Universidad Central de Venezuela (UCV) que está trabajando en la respuesta linfocitaria, es decir, la forma que el cuerpo reconoce y se defiende de bacterias, virus y sustancias extrañas en pacientes con coronavirus.
Según el doctor, esta investigación les permite «evaluar la producción de anticuerpos, el tipo de anticuerpos y la calidad de los mismos», para determinar el tiempo que pueden durar en el ser humano, y así saber el lapso de inmunidad de los pacientes recuperados.
Terapias con plasma
En lo que respecta a la inmunidad, el presidente del Complejo Tecnológico Farmacéutico del Estado Venezolano (Quimbiotec), Gregorio Sánchez, relata a RT que Venezuela avanza en su decisión de emplear plasma de personas recuperadas de covid-19 para el tratamiento de otros pacientes en situación moderada o grave.
Sánchez afirma que la iniciativa, impulsada por Quimbiotec y el Banco Municipal de Sangre del Distrito Capital, con el acompañamiento del Comité Terapéutico Nacional del Ministerio de Salud y del Consejo Científico Presidencial, está científicamente fundamentada y ha sido empleada en el mundo desde hace más de cien años para tratar enfermedades emergentes, infecciosas, particularmente virales.
La captación de estos donantes empieza desde que el paciente se encuentra aún enfermo de covid-19 en el hospital, la clínica o el Centro de Diagnostico Integral (CDI). El personal de salud alienta a los convalecientes a la donación de plasma en el momento del egreso.
Para ser donante se deben cumplir con varios requisitos: que la enfermedad haya sido confirmada a través de una prueba PCR, que tengan al menos diez días de haber sido dados de alta médica, que sean hombres entre 18 y 60 años o mujeres que no hayan tenido embarazos, que no sean portadores de enfermedades que imposibiliten la donación.
«Reunidos estos criterios, pasamos a las consultas en las que hacemos exámenes necesarios para evaluar la presencia de anticuerpos contra el virus SARSCoV2, ver el tipo de sangre, y descartar la presencia de enfermedades transmisibles vía sanguínea. Si todo es satisfactorio, se avanza al proceso de plasmaféresis o donación de plasma», explica Sánchez.
Al respecto, el experto resalta que el proceso no es doloroso, no debilita al donante y tarda solo una hora. No obstante, reconoce que en Venezuela aún no existe una cultura de donación sólida, «y a esto se suma que las personas no quieren ser identificadas como casos de covid-19 por temor al rechazo», un estigma que, a su juicio, se debe «comprender» pero también «modificar».
Por esa razón, Sánchez repite constantemente que los posibles donantes deben considerarse «personas recuperadas, victoriosas, que pueden dar un ejemplo de solidaridad y altruismo, y no tienen nada de que avergonzarse, sino todo lo contrario, son vencedores también en materia de generosidad«.
De igual forma, el gobierno de Venezuela aprobó recientemente recursos para la elaboración de equipos que permitan implementar la ozonoterapia, una herramienta útil para esterilizar espacios a través del ozono, que podría aplicarse en los centros hospitalarios del país para así disminuir la cantidad de personal sanitario infectado.
Asimismo, Venezuela aportará 500 voluntarios para participar en la fase 3 de la vacuna rusa Sputnik V contra el coronavirus.
Jessica Dos Santos
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