Las cámaras de un Tesla permiten identificar y arrestar a un sospechoso de tirotear al azar contra el auto en California (VIDEO)

Un hombre de 42 años fue arrestado el pasado miércoles en EE.UU. por disparar sin motivos aparentes contra un Tesla que circulaba por una carretera californiana.

El ataque tuvo lugar en la madrugada del 29 de junio. «Un automovilista conducía su Tesla Model Y en la Interestatal 5 en dirección sur […], cuando de repente se rompió su ventana trasera derecha», comunicó la Patrulla de Autopistas de California (CHP, por sus siglas en inglés).

Más tarde, el conductor revisó las grabaciones de las cámaras de su coche, cuya función primaria es posibilitar el autopilotaje, y «pudo ver cómo un hombre que maneja un Nissan Rogue se acerca a su lado derecho, levanta algún tipo de proyectil y luego continúa conduciendo». En el video, divulgado por la CHP, se puede apreciar que las cámaras registraron el rostro del sospechoso y las placas de su auto.

La grabación permitió a los agentes identificar al tirador como José Eliseo Capacho Bonilla, que fue localizado durmiendo en su coche aparcado en el área de Sacramento.

«Un registro del vehículo reveló dos tipos de artilugios caseros utilizados para disparar proyectiles. También se descubrieron numerosas bolas para pistolas de aire comprimido y de 10 a 11 piedras del tamaño de una pelota de golf o canica a las que se había dado forma de bola redonda», indican los oficiales, agregando que el daño registrado en el Tesla «corresponde a los proyectiles disparados desde el vehículo».

Capacho ha sido acusado de delitos graves de vandalismo, agresión con arma mortal y arrojar una sustancia a un vehículo u ocupante. Asimismo, los investigadores creen que podría estar detrás de otros ataques de este tipo en el pasado.

Un caso similar tuvo lugar en California a finales de mayo, cuando otro individuo que disparaba contra coches al azar también fue identificado gracias a las cámaras de un Tesla. Entonces, los medios informaron que desde de mediados de abril se habían registrado solo en tres condados del estado —Riverside, Orange y Los Ángeles— cerca de un centenar de ataques semejantes contra automóviles.