Este jueves, la compañía sueca Candela presentó el C-8, un bote eléctrico de recreo tipo hidroala de segunda generación diseñado para su producción en serie, que ofrece «la mayor autonomía eléctrica de todas las embarcaciones de la historia«, así como un gran confort y «la mejor experiencia» de conducción, características que, señala la firma, hacen que la embarcación pueda considerarse el «iPhone de la industria náutica».

Tras la gran aceptación que tuvo el modelo C-7, la primera generación de lujosos botes eléctricos hechos de exclusivos materiales y ensamblados a mano, que fue pensado para producirse a baja escala para compradores individuales, la firma decidió lanzar el C-8 para llevar las embarcaciones eléctricas a un mercado más amplio.

El novedoso bote cuenta con todos los elementos y comodidades propias de un modelo de alta gama, tales como 8,5 metros de eslora, una amplia bañera con asientos para ocho pasajeros, un gran solárium, así como con una espaciosa cabina delantera y un aseo marino. «Nos centramos en hacer un barco que tenga todo el confort que se puede esperar, al tiempo que lo diseñamos para una producción en serie eficiente», comentó Gustav Hasselskog, gerente general y fundador de Candela.

¿Qué características distinguen al C-8?

Con un costo de 290.000 euros (unos 342.000 dólares), se encuentra en el mismo rango de precio que muchas embarcaciones de combustible fósil con características similares. Sin embargo, el motor C-POD de propulsión directa soporta 3.000 horas de navegación recreativa, entre 50 y 100 años, sin recibir ningún tipo de mantenimiento, lo que a largo plazo lo convierten en una opción más económica que sus contrapartes no eléctricas.

Asimismo, su exclusivo sistema de hidroalas reduce el coste de conducción del C-8 en un 95 %, en comparación con los botes de combustible fósil, al disminuir el consumo de energía en un 80% en relación con las embarcaciones convencionales, lo que le permite navegar por más tiempo a altas velocidades a un menor costo.

La combinación de estos elementos hace que la embarcación pueda alcanzar una velocidad máxima de 30 nudos (56 kilómetros por hora) y le brinda una autonomía de más 50 millas náuticas (93 kilómetros) a una velocidad de 22 nudos (40 kilómetros por hora), lo que la convierte en «la lancha eléctrica más eficiente de la historia».

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Del mismo modo, ha sido equipado con un sistema de sensores de última generación que ajustan automáticamente las ‘alas’ «para mantener el barco nivelado y estable, incluso en condiciones meteorológicas adversas». Además, los controladores de vuelo mejorados le permiten conducirse de forma autónoma rumbo a un destino preestablecido.

Candela espera comenzar con la producción del C-8 este otoño en su planta de Estocolmo (Suecia), y planea realizar las primeras entregas de pedidos para la primavera de 2022. Por lo pronto, ya es posible preordenar las unidades por 1.000 euros (unos 1.180 dólares) a través de su sitio web.

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