La Universidad de Cambridge pondrá advertencias en los libros infantiles clásicos debido a su «contenido potencialmente dañino»

La Universidad de Cambridge (Reino Unido) revisará más de 10.000 libros y revistas, que incluyen clásicos infantiles, y colocará advertencias en caso de que sus contenidos puedan ser considerados «ofensivos hacia personas históricamente esclavizadas, colonizadas o denigradas», publicaron medios locales.

El proyecto, realizado en forma conjunta con la Universidad de Florida (EE.UU.), pretende lograr que la colección digital de textos sea «menos dañina» en un contexto en el que el «patrimonio literario clásico» está «moldeado por, y continúa, una historia de opresión«. Por lo tanto, sus impulsores consideraron como una «negligencia» que se permita que «ese racismo casual no se controle».

Entre los textos que están bajo la lupa figura ‘Little house on the prairie’, de Laura Ingalls Wilder, debido a sus «representaciones estereotipadas de los nativos americanos». En la lista también aparece Theodor Seuss Geisel, autor de los libros del Dr. Seuss, por insensibilidad cultural.

Por su parte, el clásico infantil ‘The water babies’, de Charles Kingsley, es señalado por su potencial dañino para los lectores debido a sus comentarios sobre irlandeses y negros. Mientras que a Lyman Frank Baum, autor de ‘The wonderful wizard of Oz’, se lo cuestiona por la «supremacía blanca» en su libro ‘Bandit Jim Crow’, escrito bajo el seudónimo Laura Bancroft.

De esta manera, en la versión en línea del archivo de la Universidad de Cambridge, las palabras, frases e imágenes que sean consideradas dañinas serán marcadas y se colocarán advertencias sobre el contenido al comienzo de cada texto.

Las voces en contra

El proyecto, que es financiado por el Consejo de Investigación de Artes y Humanidades del Reino Unido y el Fondo Nacional para las Humanidades de EE.UU., también recibió críticas.

Uno de los que expresó su rechazo fue Chris McGovern, de la organización sin fines de lucro británica Campaign for Real Education, quien comentó que el objetivo de la literatura infantil es «introducir» a los niños a «mundos alternativos» y destacó que los cuentos de hadas están plagados de «personajes aterradores», que son parte fundamental de los textos. Por eso, afirmó que «nociones tontas» como las advertencias solo obedecen a «adultos que despertaron afligidos».

Por su parte, la escritora de literatura infantil y juvenil Judy Blume aseguró que todas las obras necesitarían advertencias porque «en cualquier libro podría haber algo que molestara a alguien».