La Unión Europea apela a la inversión privada en pos de convertirse para 2050 en el primer continente climáticamente neutral

La Comisión Europea adoptó este martes una serie de medidas encaminadas a involucrar al sector bancario y los mercados en el esfuerzo por dirigir cientos de miles de millones de euros hacia inversiones sostenibles, de manera de poder alcanzar su meta de convertirse hacia el 2050 en el primer continente climáticamente neutral.

«Dado que la magnitud de las inversiones necesarias supera con creces la capacidad del sector público, el principal objetivo del marco de financiación sostenible es canalizar los flujos financieros privados hacia las actividades económicas pertinentes», cita Reuters a la rama ejecutiva del bloque comunitario.

La nueva estrategia se basa en una iniciativa adoptada por Bruselas en 2018, que allanó el camino para la clasificación de inversiones verdaderamente verdes, al tiempo que obligó a las empresas a divulgar información propia relacionada con efectos climáticos. Ahora, con esta nueva decisión, los Estados miembros de la UE tendrán que evaluar para junio de 2023 de qué manera sus mercados financieros contribuyen a la consecución de los objetivos del bloque en ese campo.

Asimismo, la comisión se propone reglamentar un uso estandarizado de bonos verdes de la UE, de carácter voluntario, con el objetivo de «ayudar a acumular fondos en los mercados de capitales» para invertirlos luego en proyectos ecológicos, así como «proteger a los inversores del lavado verde«.

Entretanto, los países comunitarios están divididos frente a algunas particularidades de su ambicioso programa. Así, el tema de si el gas debe o no debe ser etiquetado como verde es objeto de discusiones: unos países consideran que sí, aduciendo que esto ayudará a dejar de usar el carbón, que es más contaminante; mientras otros se agarran a la idea de que clasificar un combustible fósil como verde es una medida poco fiable.