La tormenta tropical Elsa deja las primeras víctimas mortales a su paso por el Caribe
Al menos tres personas murieron a consecuencia de la tormenta tropical Elsa que sacude esta semana la región del Caribe, provocando inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra.
La Agencia Caribeña para el Manejo de Emergencias por Desastres comunicó este sábado que ha habido una víctima mortal en la localidad de Soufrière, en Santa Lucía, donde los fuertes vientos asociados al fenómeno afectaron a las líneas de electricidad y dañaron los techos de múltiples viviendas.
Otras dos personas fallecieron en la República Dominicana. Un residente en la provincia de Barahona, de 15 años, murió luego de que una pared, dañada a causa del viento y las lluvias, le cayera encima, detalló a EFE Juan Manuel Méndez, director del Centro de Operaciones de Emergencia del país. Mientras, una anciana de 75 años murió en similares circunstancias en la localidad de Baní, provincia de Peravia.
Méndez declaró que muchos edificios fueron «destechados» a causa de los vientos. Sin embargo, señaló que aún es temprano hacer una valoración de los daños, ya que el país «aún está bajo los efectos» de la tormenta.
Se espera que Elsa disminuya durante el fin de semana. Durante el sábado seguirá golpeando La Española antes de avanzar hasta Jamaica y Cuba el domingo. Está vigente una advertencia de huracán para la costa sur de la República Dominicana y Haití, así como para Jamaica. Además, existe una alerta de huracán para algunas provincias de Cuba, entre ellas Camagüey, Granma, Guantánamo, Holguín y Las Tunas, y Santiago de Cuba.
Para el lunes, se pronostica que la tormenta llegue al sur de Florida, pero de momento no se han emitido alertas ni advertencias para esa región de EE.UU.
El huracán Elsa, formado este jueves en el Atlántico, azotó el viernes Barbados, Santa Lucía, Martinica y San Vicente y Granadinas, que forman parte de las islas de Barlovento, en el este del Caribe. En su paso hacia el noroeste, el huracán, de vientos sostenibles de alrededor de 120 km/h y ráfagas de hasta 138 km/h, causó cortes de electricidad y destrozos en los territorios azotados.