La sonda Juno de la NASA revela enormes cráteres desconocidos y brillantes auroras en Ganímedes, la mayor luna de Júpiter

Al pasar en junio del 2021 a unos 1.000 kilómetros de la luna más grande de Júpiter, Ganímedes, la sonda espacial de la NASA Juno captó con el mayor detalle jamás visto su superficie cubierta de cráteres y detectó brillantes auroras que se extendían entre los polos y el ecuador del cuerpo celeste.

Posible actividad volcánica

Las imágenes tomadas por la cámara telescopio JunoCam de la sonda revelaron una serie de nuevas características en la superficie del satélite natural, que incluyen cráteres de impacto de hasta 100 kilómetros, según detalló un equipo de investigadores durante la 53.ª Conferencia de Ciencias Lunares y Planetarias (LPSC), celebrada este marzo en Texas (EE.UU.).

«Hemos pasado por alto algunos cráteres de impacto realmente grandes que no pudimos ver en los datos de las Voyager», explicó Goeffrey Collins, geólogo del Wheaton College en Massachusetts, refiriéndose a dos sondas espaciales estadounidenses lanzadas en 1977 a los planetas exteriores, recoge el portal Space.com. «Se nos pasó por alto este gran cráter de 100 kilómetros que es realmente obvio en los datos de JunoCam. Y otro cráter un poco menos visible que tiene unos 110 kilómetros de ancho», añadió.

Asimismo, las nuevas imágenes revelaron varios cráteres más pequeños, de entre 40 y 50 kilómetros de ancho, y múltiples características que los científicos creen que podrían ser resultado de la actividad volcánica de Ganímedes, que habría sido mucho más intensa de lo que se pensaba anteriormente.

Brillantes auroras

Ganímedes no solo es la luna más grande de todo el sistema solar, sino que también es la única luna conocida que tiene su propio campo magnético. Las variaciones de este campo magnético llevaron a los científicos a concluir que ese satélite natural debe tener un enorme océano subterráneo de agua salada, lo que le convierte a Ganímedes en un candidato ideal para la existencia de formas de vida primitivas.

Además, la interacción entre los campos magnéticos de Ganímedes y Júpiter da lugar a brillantes auroras en el primero, las únicas que se han observado en una luna. Aunque estas auroras se descubrieron en imágenes del telescopio espacial Hubble, el reciente sobrevuelo de Juno ha permitido a los investigadores obtener más información sobre este fenómeno.

«Ahora hemos podido ver las ubicaciones exactas de las emisiones [aurorales]«, afirmó en la conferencia Pippa Molyneaux, investigadora del Instituto de Investigación del Suroeste en Texas. «Pudimos ver la extensión latitudinal de la aurora por primera vez y vemos que hay límites muy marcados en los bordes del polo de ambos óvalos [de la aurora], mientras que cuando te mueves hacia el ecuador, las emisiones caen más gradualmente, por lo que los futuros modelos tendrían que explicar esto», detalló.

La sonda Juno fue lanzada el 5 de agosto de 2011 y entró en la órbita de Júpiter el 4 de julio de 2016 para estudiar la formación y el desarrollo del planeta. «Juno observará la gravedad y campos magnéticos de Júpiter, dinámica atmosférica y composición y evolución», señalaron desde la NASA.

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