La Policía checa incauta un Ferrari capaz de alcanzar los 326 km/h y lo convierte en un ‘arma’ contra «los conductores más agresivos»
La Policía de la República Checa modificó un Ferrari, incautado a delincuentes, para convertirlo en un coche patrulla a disposición de las fuerzas del orden, según un comunicado oficial publicado el pasado viernes.
El Ferrari 458 Italia, de 2011, que alcanza una velocidad máxima de 326 kilómetros por hora, fue pintado con franjas amarillas y azules. Equipado con una sirena luminosa, ahora se utilizará para perseguir vehículos robados y para reprimir las carreras ilegales.
De acuerdo con el jefe del Departamento de Tráfico de la Policía, Jiri Zly, el superdeportivo se utilizará contra «los conductores más agresivos en las carreteras checas».
Las autoridades subrayan que el Ferrari estará a cargo de un departamento especial de vigilancia y que sólo lo conducirán agentes de policía capacitados.
Las modificaciones hechas al vehículo, cuyo precio puede superar los 180.000 dólares, costaron 12.433 dólares.