La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional de España ha rechazado posponer la extradición a EE.UU. del exmilitar venezolano Hugo ‘El Pollo’ Carvajal, solicitado por los tribunales de ese país por presunto tráfico de drogas, entre otros delitos.

Los magistrados rechazan así la petición presentada el miércoles por otro magistrado de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, que había citado a Carvajal en calidad de testigo el próximo 27 de octubre para declarar sobre la presunta financiación ilegal de Podemos a través de la petrolera estatal venezolana PDVSA. Esta causa había sido archivada en 2016, pero el juez decidió reabrirla después de que el militar aportase nueva documentación sobre supuestos pagos irregulares.

En la nueva providencia, la Sala informa a García Castellón que «no ha lugar ni a suspender, ni a posponer la materialización de la entrega extradicional a las autoridades de EE.UU.», y sostiene que es esta sección la «única autoridad judicial competente» en la materia.

Los magistrados recuerdan que Carvajal está citado como testigo en el juzgado de García Castellón en un procedimiento que se inició en 2016 sobre hechos anteriores al momento de su detención, en abril de 2019, a petición de EE.UU. Además, explica que en su momento, cuando estaba a disposición del juzgado, no solicitó declarar ante el juez, como tampoco lo hizo «durante el largo tiempo de casi dos años que ha durado el proceso de extradición».

La Justicia española ordena hacer efectiva la entrega del exjefe de inteligencia venezolana Hugo ‘El Pollo’ Carvajal a EE.UU.

De esta manera, los magistrados consideran que se trata de una «maniobra dilatoria» del exmilitar para evitar su entrega a EE.UU., y recuerda que el reclamado estuvo fugado de la Justicia española hasta septiembre de 2021, cuando se produjo la segunda detención.

El miércoles, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ordenó hacer efectiva la entrega de Carvajal, que permanecía en suspenso a la espera de concretarse si el Ministerio de Interior le concedía asilo político, una petición que fue rechazada un día antes por el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska.

Dos detenciones en España

Carvajal fue director de la Inteligencia Militar de Venezuela durante más de siete años en el Gobierno de Hugo Chávez y, brevemente, con el presidente Nicolás Maduro.

Fue detenido por primera vez en España en abril de 2019, a petición de EE.UU., pero poco después, en septiembre de ese año, fue puesto en libertad cuando la Justicia española determinó que los cargos en su contra eran demasiado vagos y la solicitud de extradición tenía motivación política.

Poco después, en noviembre del 2019, la Audiencia Nacional acordó extraditar a Carvajal a EE.UU. y, en marzo de 2020, el Gobierno de España aprobó el proceso. Sin embargo, el exmilitar se mantuvo prófugo de la Justicia y en la clandestinidad hasta el pasado mes de septiembre, cuando fue detenido por la Policía Nacional en un apartamento en Madrid.

EE.UU. había prometido una recompensa de 10 millones por la captura del exmilitar, señalado en casos abiertos en Nueva York y Florida, uno por presunto tráfico de cocaína a territorio estadounidense en el 2008 y el otro por supuestos vínculos con las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), hecho por el que también fue sancionado por el Departamento del Tesoro.

Solicitado también por Venezuela

En septiembre pasado, la Fiscalía de Venezuela solicitó el inicio del procedimiento de extradición activa contra Carvajal, requerido en ese país desde 2019 por presuntos delitos de traición a la patria, conspiración continuada, financiamiento al terrorismo y asociación. En febrero de ese año, el exmilitar había alentado —en un video— a ejecutar un golpe armado contra el Gobierno venezolano, mientras reconocía como «presidente encargado» a Juan Guaidó.

El fiscal general, Tarek William Saab, aseveró que Carvajal se alineó a la «facción extremista subversiva» de la oposición que apoyó la autoproclamación de Guaidó como «presidente interino» y que, además, creó un «gobierno de ficción» que se dedicó a «saquear activos» del país en el Exterior y planificó operaciones «delicadas» para asaltar el poder político, que incluían un magnicidio contra el mandatario, Nicolás Maduro.